Biohacking

¿Por qué el envejecimiento de tu piel revela tu estilo de vida?

Hablar de belleza no es solo medicina estética. Por el contrario, es compartir estrategias para retrasar los signos del envejecimiento o hacerlos más llevaderos.

Por Vanessa Burbano Pazmiño

Biohacking — Harper's BAZAAR Ecuador

“Envejecer es inevitable, pero tener una mejor calidad de vida es una decisión”, según la doctora Katiuska Rivera, especialista en medicina estética, longevidad y biohacking. Vernos radiantes por fuera requiere de un esfuerzo interno, con tratamientos que ayudan a que la piel sea el reflejo del correcto funcionamiento de nuestros órganos y sistemas. 

Es importante aclarar que no es lo mismo un tratamiento estético que uno que retrasa el envejecimiento. Este último se enfoca –por ejemplo– en un control específico de las estructuras faciales de cada persona, su nivel muscular y óseo, atacando los problemas propios de cada cuerpo. El objetivo de Rivera es buscar las técnicas adecuadas para “envejecer sin perder la fisonomía natural”. El diagnóstico correcto y el entendimiento de las necesidades del paciente marcan los resultados y, por esa razón, en su centro ProAge potencian un protocolo integral.

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Concretamente ningún procedimiento rejuvenece si tu alimentación no es adecuada, si tus niveles de estrés están elevados o si tu calidad del sueño no es óptima. Las personas con ojeras no necesitan únicamente un protocolo estético que las ataque de manera superficial. Si bien puede ayudar el ácido hialurónico, hay que ir más a fondo. En muchos casos –de acuerdo con Rivera– son personas con alergias crónicas que no han sido diagnosticadas. Existen individuos con sinusitis alérgica que, luego de probar haloterapia (terapia que consiste en respirar sal y su costo ronda los US$ 30), sus ojeras mejoraron más que con una solución estética.

Si bien a partir de los 25 años empiezan a aparecer los signos del envejecimiento, Rivera recomienda que, durante los treinta, los tratamientos sean menos invasivos. Lo que no sucede con aquellas personas que están en los cuarenta, ya que es necesario reponer las pérdidas propias del cuerpo. ¿La clave? No preocuparse por el envejecimiento, sino ocuparse de él. ¿Cómo hacerlo de manera más eficiente?

Biohacking FREEPIK

Actualmente, escuchamos mucho sobre el biohacking. Según la Universidad Europea, su objetivo es “mejorar el funcionamiento del cuerpo humano mediante la integración de ciencia, tecnología, nutrición y hábitos saludables. Esto optimiza el bienestar general, el rendimiento físico y mental, e incluso potencia la longevidad”. En otras palabras, es el arte de maximizar el rendimiento humano ‘hackeando’ nuestra biología, con cambios intencionales en el estilo de vida, el entorno y el propio cuerpo, como describe Melissa Young, de Cleveland Clinic.

Aunque esta práctica parece estar de moda, sus raíces se remontan a siglos atrás. Muchas culturas –entre ellas, asiáticas o indias– practican el ayuno, la inmersión en agua fría y la meditación. El portal web Nature Can, señala que el término se popularizó en 2005 cuando empresarios de Silicon Valley empezaron a rastrear sus biomarcadores (molécula, célula o proceso que indica un estado biológico, como una enfermedad normal o un proceso patológico). Ellos trataron al cuerpo como un sistema que tiene una mejora continua. Utilizaron datos para usar suplementos, ejercitarse o descansar. La ciencia les permitió mejorar los rendimientos corporales.

Generalmente, el biohacking es la suma de decisiones clínicas, que identifican las áreas que no están en sus mejores niveles. Por ejemplo, hoy puedo tener problemas hormonales que se reflejan en mi piel, pero en seis meses pueden aparecer problemas de sueño que se traducen en ojeras. Estamos acostumbrados a atacar la superficialidad de los síntomas y no hacerlo de manera integral. Rivera menciona que son indispensables chequeos sobre la salud cerebral, el sistema cardiaco y los exámenes de sangre para recomendar protocolos que compensen las pérdidas que está teniendo el cuerpo.

Biohacking FREEPIK

BLUHUB, ubicado en el Paseo San Francisco de Quito, cuenta con las herramientas y los equipos para contrarrestar cualquier deficiencia que el organismo tenga de manera natural. Muchas veces –en Internet o en redes sociales– encontramos los beneficios del magnesio, del Omega 3, del resveratrol… pero, ¿qué cantidad necesitamos exactamente?

Nuestra individualidad radica en aquello. Así como Harper’s BAZAAR Australia enfatiza en que no debemos confiar en la IA para nuestra rutina de skincare; tampoco debemos hacerlo para comprar suplementos o automedicarnos. Somos seres dinámicos y al sentir un cambio en nuestra “normalidad” atacamos de inmediato. No obstante, según los expertos, hay que darle al cuerpo lo que realmente está perdiendo y no lo que está en tendencia.

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Entre las opciones del biohacking están el sauna infrarrojo, que permite la desintoxicación de metales pesados y mejora la circulación sanguínea. Cada sesión tiene un costo de US$ 35. También está la cama de bio sincronización, que ayuda a la recuperación de músculos y tejidos. A su vez aumenta la energía, la vitalidad y la regeneración celular. Consiste en una silla inclinada donde se recibe calor, con ondas de sonido y de luz, que ingresan a nuestro organismo a través de unos audífonos.

La mezcla logra un nivel de relajación que facilita la regeneración del cuerpo. Esta combinación construye un balance sin acudir a ninguna técnica invasiva, sino que se mantiene el concepto natural de recuperar la vitalidad y el funcionamiento óptimo del cuerpo. La terapia tiene un costo de US$ 60. Todas estas opciones están disponibles en BLUHUB luego de un diagnóstico.

Un rostro joven debe ser una combinación de skincare, tratamientos estéticos y un biohacking que potencie la calidad de vida. ¡Recuerda! La belleza exterior transmite nuestro cuidado interior. (I)