Moda ecuatoriana

Glam fuera de norma: la pasarela que definió el tercer día del QFW

El tercer día del Quito Fashion Week nos dijo que la escena local atraviesa un momento de riesgo creativo. En la Fortaleza D.I.S, el diálogo entre talento emergente, experimentación textil y moda con propósito definió la jornada.

Por Daniela García Noblecilla

Quito Fashion Week. Fotografía: Malad Goyes — Malad Goyes

El reloj bordeaba el mediodía cuando la energía del evento cambió de tono. Pasadas las 12:40, la escena se abrió con un concurso impulsado por la iniciativa Quito Diseña, en donde participaron Daniela Espinoza, Antonia Recalde y Lily Seminario. Esta plataforma teje oportunidades para nuevas marcas y creativos de la Capital. 

Bajo el eje temático “Avant-Garde Glam”, tres sellos emergentes fueron los primeros en tomar la pasarela y desplegaron propuestas que coqueteaban con lo teatral, lo urbano y la memoria quiteña. Era una toma simbólica del espacio por parte de una generación dispuesta a desafiar las reglas del diseño tradicional.

Harper’s BAZAAR Ecuador conversó con dos de las protagonistas. Daniela Espinoza presentó una colección motivada por el espíritu de las tribus urbanas: la rebeldía, la necesidad de nombrarse a sí mismas, la autenticidad como acto político y estético. Pudimos admirar piel áspera, metal expuesto, texturas periódicamente erosionadas por el uso y el tiempo, lavados “froster” agresivos que simulan desgaste y cadenas que representan entramados sociales y arquitectónicos. 

Quito Fashion Week. Fotografía: Malad Goyes
Quito Fashion Week. Fotografía: Malad Goyes
Quito Fashion Week. Fotografía: Malad Goyes

Por su parte, Antonia Recalde llevó el discurso hacia lo patrimonial. Su colección, bautizada “Contrapunto”, nace del choque armonioso entre tensiones. “Una conversación entre fuerzas que en apariencia se contradicen, pero que al dialogar crean equilibrio”. Este concepto, heredado de la teoría musical, fue trasladado al lenguaje textil a través del contraste: cuadros, colores que chocan y que le dan un estilo royal. Recalde señala que la inspiración directa proviene de las fachadas barrocas y neoclásicas de las iglesias del centro, pero sobre todo de la poesía orgánica de sus cúpulas. Por eso, incluyó faldas globo, volúmenes redondos y siluetas que parecen infladas de aire. 

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Luego continuaron desfiles de diseñadores y firmas más consolidadas, entre ellos la marca Nomade Bags, que llegó a la pasarela de la mano de Lizeth Villamarín, presentando la colección “Tierra”. Los modelos usaron prendas negras acompañadas de 21 piezas de una propuesta que se basa en geometrías que evocan raíces, coordenadas, líneas de origen y destino. El cuero funciona como centro y argumento. Villamarín lo llama “vida” porque es sostenible, orgánico, noble y eterno en transformación. 

Nifty Mark también estuvo presente. Su propuesta transitó entre siluetas minimalistas y un lenguaje más formal, vestidos largos de licra en un solo tono, con tiras sutiles. El bloque incluyó faldas y blusas confeccionadas en telas fluidas de acabado elegante, además de camisas y shorts de inspiración playera, con cuello tipo resort y estampados en blanco y negro. Pantalones de basta ancha y bombachos equilibraron lo contemporáneo y lo rural. 

La colección de Garúa Galápagos incluyó camisas blancas de inspiración resort con estampados de animales emblemáticos de la región insular, guiada por la naturaleza y la biodiversidad de las Islas Galápagos. Las prendas priorizan comodidad y funcionalidad para actividades al aire libre como caminatas en montaña y días de playa, dice su diseñadora Esthela Anrango. Fueron pensadas para clientes nacionales y extranjeros.

Casa García Moreno, por su parte, presentó una propuesta de carácter más corporativo, construida en colores neutros como negro, blanco, nude, beige y camel. La colección incluyó blusas de inspiración office con cortes elegantes y detalles minimalistas, chalecos en tendencia y pantalones de silueta ancha como piezas centrales del look. El bloque también incorporó escotes de espalda y busto para una mujer contemporánea que transita entre lo ejecutivo y lo glam.

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La primera parte –de ayer, 30 de noviembre– finalizó con una colección playera de Aeropostale, creada por Nino Touma. Un sinnúmero de vestidos, camisas, shorts, faldas y blusas marcaron esta pasarela. 

Los asistentes y creadores que circulaban por el venue tras los desfiles comentaban lo mismo, la moda de Quito entra en una fase de conversación propia, lejos de modismos estacionales. El glam fue audaz. Una jornada donde la ciudad se vistió a sí misma y dejó claro que lo emergente, cuando se atreve, también puede ser glamoroso. (I)