Tendencias
El bosque nublado de Ecuador, las Islas Galápagos o el desierto de Palmira en Chimborazo. Dos asientos, una decoración lujosa cuidada al detalle y una pareja que quiere unirse de por vida. Así es como José Luis Agualongo y Assyah Al Fehaid –con su proyecto Jamila + Juliette– han creado más de 150 experiencias para parejas que buscan casarse en Ecuador.
También te puede interesar: Deja que Jennifer Lawrence sea tu guía de estilo para el fin de semana
Estos eventos distintos, conocidos mejor como “wedding destination”, celebran el amor mientras se recorre otro país. Pueden ser viajes de tres días hasta una semana, donde los invitados –junto a los novios– realizan actividades turísticas días previos a la celebración. De acuerdo con la firma global IMARC, el valor mundial de este mercado estuvo en US$ 39.200 millones en 2024 y se espera que alcance los US$ 171.100 millones para 2033. Entre los destinos más reconocidos en Latinoamérica están México, Costa Rica y República Dominicana, aunque Ecuador está ganando espacio gracias a la diversidad de sus paisajes y su dolarización.
La idea de esta pareja nació planificando su propia boda. “Te das cuenta de que los deseos del cliente no se cumplen –explica Agualongo– además de que la oferta nacional es muy monótona". Él, ya había trabajado en turismo y ella tenía estudios en relaciones internacionales, por lo que decidieron fusionar sus conocimientos, la planificación de eventos y el diseño, para enfocarse netamente en este nicho desde 2012. Al Fehaid juntó el nombre de sus abuelas y con eso dio vida a Jamila + Juliette.
En estos 13 años cada boda ha sido distinta. Para ellos, su éxito está en escuchar y en entender la visión que tiene cada pareja. Por eso trabajan con un equipo trilingüe, utilizan formularios para conocer la personalidad y los gustos de cada uno y diseñan decoraciones irrepetibles como: servilletas perfumadas y bordadas en árabe hasta menús impresos en cuatro idiomas. También, se adaptan a distintas creencias y ceremonias: judías, musulmanas, humanistas, chamánicas o tradicionales. Esto es importante porque sus clientes son de todo el mundo, mayoritariamente de Estados Unidos y Canadá, por su cercanía geográfica. Los emprendedores cuentan que han tenido parejas de Francia, Reino Unido, Líbano, Jordania, Corea del Sur y Rusia.
“En una ocasión hicimos una boda en Olón de una pareja extranjera que quería unos adornos de origami en el techo. Hicimos 5.000 piezas a mano y tuvimos que armar toda la estructura allá”, relata Al Fehaid.
En torno a la planificación previa, la pareja recomienda un mínimo de 18 meses para una boda destino. “Eso es lo ideal, pero en una ocasión tuvimos que organizar un evento en 15 días, en las Galápagos. Era para dos chicas que les canceló su otro proveedor. Nos encontraron en redes, nos llamaron y empezamos a trabajar”, rememora Al Fehaid, añadiendo que Jamila + Juliettte ofrece tres tipos de paquetes.
- Un full wedding planning, con un diseño de 30 a 200 invitados.
- Microbodas, entre 10 y 30 personas.
- Bodas íntimas de aventura para dos personas, que incluye ceremonias en locaciones remotas.
En cuanto a precios, la tercera opción –para dos personas– puede ir desde los US$ 1.500 hasta US$ 10.000. Las microbodas están en un rango de US$ 10.000 y US$ 15.000 y las bodas “normales” suelen moverse entre US$ 25.000 y US$ 60.000. Cuando se suman varios eventos como: una cena de bienvenida, un cóctel previo o tours para los invitados, el presupuesto total sube fácilmente y un paquete completo para 30 personas puede llegar a US$ 150.000 o US$ 200.000.
Contenido relacionado: 8 formas elegantes de llevar una chaqueta puffer
Este proyecto ha organizado bodas en más de 15 ciudades del país. Galápagos, Quito, Olón, Canoa… los lugares ya se tornan difíciles de contabilizar para esta pareja. “No hay un sitio a donde no lleguemos”, comentan entre risas. Saben que pueden hacer de cada rincón ecuatoriano un espacio mágico y sagrado para celebrar el amor. (I)