Los diseños de Blesk son fáciles de reconocer. Denim, prendas disruptivas y un juego de formas que se han convertido en el ADN de la marca creada por Paula Recalde. Con tan solo 24 años, esta diseñadora reiventó esta tela, conocida también como mezclilla, para convertirla en piezas que se transforman con la persona que las utiliza. Su objetivo: crear arte que la gente pueda llevar al andar.
Recalde siempre supo cuál sería su profesión. Pasó su infancia en el taller de maquila y confección de su familia, y ahí entendió que quería seguir en el oficio de sus padres. La idea de tener su marca inició en 2024 gracias a su proyecto de tesis en la Universidad San Francisco de Quito. Ahí nació Blesk —que significa “relámpago” en checo— como una propuesta innovadora frente a lo que normalmente se ve en el país.
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“Me gusta bastante jugar con las estructuras y los volúmenes a través de esta tela, porque es un material que tiene un peso bastante alto, entonces me permite experimentar. En los vestidos y abrigos realizo procesos manuales de tejeduría con una técnica que se llama smoking”, cuenta Recalde.
El proyecto tuvo buena acogida en su universidad, lo que la motivó a lanzarlo al público. Su primera colección, presentada en junio de 2024, tuvo 12 looks y llevó el nombre de Belleza Convulsiva. Con una cromática de negros, grises y vinos lavados en el denim, la artista se inspiró en la fotografía surrealista para dar un carácter visceral a las prendas: “Quería causar una reacción en las personas. Además implementé cuerinas y telas metalizadas”.

Su segunda colección, Morpho, se estrenó en el Quito Fashion Week de 2024 y buscó representar de manera más disruptiva el proceso biológico del cambio. Presentó 11 outfits, de los cuales cerca del 90% eran denim. La paleta incluyó vinos, grises y dos looks con cuerina látex. “Quería mostrar ese proceso evolutivo, desde el organismo hacia la transformación”, explica la diseñadora. En esta colección trabajó abrigos, vestidos, sets de falda, corsets, y pantalones con tops estructurales.
Ya para su tercera línea, Exubia, lanzada en Panamá, la diseñadora se inspiró en los procesos metalúrgicos prehispánicos ecuatorianos. Estudió los procesos de oxidación, transformación de los metales y los tradujo en color y textura más que en forma literal: “Casi no usaba colores vibrantes, pero esta vez incluí amarillos, rojos, verdes, turquesas, terracotas, naranjas, además del negro y grises blanquecinos”. La colección tuvo 13 looks y marcó una intención más clara hacia siluetas oversize y piezas sin género. A pesar del ambiente tropical marcado en la pasarela extranjera, su colección tuvo una gran recepción.
Lo que hay detrás del diseño
Recalde trabaja con tejidos verticales y descosidos que luego dan un look de desprendido, reforzando esta estética de arte “vestible”. Sus prendas están pensadas para una persona experimental, extrovertida, que disfruta llamar la atención y aprecia el diseño local. Cuando ella diseña, piensa en un ambiente techno donde los beats resuenan en todo el ambiente hasta llegar al cuerpo.
“Quiero que las personas sientan que están usando una obra de arte, una pieza que podría estar en un museo. Me gusta esta idea de que la prenda habite el cuerpo y ocupe un espacio, incluso superponiéndose a las prendas más clásicas que vemos”, dice la diseñadora.
Actualmente la marca tiene dos puntos de venta: uno en Quito y otro en Cuenca. También trabaja bajo pedido y a la medida. Recalde se sigue reconociendo como una diseñadora emergente, a pesar de que en menos de dos años, sus prendas han sido adquiridas en Colombia y han vestido a artistas ecuatorianos como Verde 70, Swing Original Monks, Ren Kai y Johan Vera.
Su trabajo también llegó a Estados Unidos gracias a una colaboración con la estilista de Joaquina, artista venezolana, para un vestido destinado a los Latin Grammy. Un diseño que, entre creación y envío, tuvo apenas tres semanas de plazo.
Con solo tres colecciones, Paula Recalde ha logrado que su estética empiece a recorrer Latinoamérica. Lo que nació como un proyecto de tesis hoy se expande con fuerza, abriéndose camino entre pasarelas, artistas y nuevos mercados.
Ahora busca abrir puntos de venta en el exterior y lanzar su página web. Sobre su nueva colección, que veremos en 2026, quiere experimentar más con los procesos manuales de tejeduría a gran escala y con prendas más estructurales. (