¿Sabes qué tienen en común Sarah Jessica Parker, Sofía Carson y Priyanka Chopra? Que han elegido complementar sus estilismos con los bolsos firmados por Ximena Kavalekas. Una diseñadora ecuatoriana radicada en Miami que, desde esta ciudad, decidió hace 10 años iniciar su línea homónima, especializada en marroquinería de lujo hecha en Italia, país en el que realizó sus estudios y desarrolló su sofisticado sentido de la moda.
Con un nombre establecido en Estados Unidos, Kavalekas decidió extender su marca e ingresar en la categoría ready-to-wear, con su primera colección Resort 2026. Una propuesta pensada desde la versatilidad y la funcionalidad. Son prendas que desconocen de ocasiones, temporadas y horarios. Además, permiten –a quien las usa– convertirse en su propia stylist y jugar con su creatividad para rediseñarlas y adaptarlas, conveniente y libremente, a su cuerpo y estilo personal.
En esta conversación, la diseñadora nos cuenta los detalles detrás de esta colección y su recorrido posicionando su marca a escala internacional:
Después de 10 años diseñando bolsos y accesorios lanzas tu primera colección de ropa. ¿Qué te motivó a crearla?
Forma parte de nuestra expansión. Esta primera colección está compuesta por 10 piezas diseñadas 100 % en algodón orgánico, bajo el concepto quiet fashion/affordable ready-to-wear. Son prendas esenciales para tu clóset; dependiendo de los accesorios que te pongas las puedes transformar. Por ejemplo, puedes usar un top largo y convertirlo en un crop top, al igual que la falda, puedes cambiarle el largo. Es ropa versátil, está pensada para usarse en el día y en la noche, durante todo el año, es seasonless. Es una colección hecha en hilo y no existió la necesidad de hacer tantas tallas, algo que –desde la perspectiva de producción– evita el desperdicio y el exceso de stock. Estas dos tallas (XS-S y M-L) se ajustan a todos los cuerpos, ya que las prendas cuentan con un cordón que permite regular su largo y su forma. Son piezas diseñadas para durar por mucho tiempo debido a su calidad.
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¿Cómo experimentaste ese cambio de formato, de diseñar accesorios que complementan un atuendo a crear prendas?
Creo que cuando estás en el mundo de la moda y eres creativa todo va de la mano. En mi caso, siento que ropa y accesorios van juntos, solo me falta diseñar zapatos, pero eso ya vendrá. Es mucho más difícil crear ropa porque dependes mucho de las estaciones, entonces, una vez que empiezas entras en una especie de montaña rusa en la que no puedes parar. Los bolsos se rigen en menor medida a las estaciones y son un complemento que no cambia tanto como una prenda. Además, no podía dejar de implementar texturas, una cualidad presente en todos mis bolsos.
¿Cómo viviste el proceso de desarrollar esta colección en Italia y por qué ese país es tu centro de producción?
Toda la colección está hecha en Italia, en una fábrica high-end ubicada al sur del país, que le produce a una de las marcas más grandes de quiet fashion en el mundo. Trabajé en esta colección durante nueve meses acompañada del dueño. Se sintió como dar a luz a un niño (risas). En esta fábrica emplean máquinas donde no interviene la mano de obra humana, son especializadas en tejido de punto y tienen una tecnología de vanguardia. Aquí, también hago mis bolsos desde 2015 porque –cuando estudiaba– hice amistades que me ayudaron a empezar mi línea de accesorios. En el momento en que supe que quería hacer algo más, sabía que tenía que ser en este país. Conozco su mano de obra y siento que la calidad es insuperable.
Hablemos un poco sobre tus inicios: ¿cómo recuerdas tus primeros pasos?
Fue por obra del destino, no lo planifiqué. Antes, tuve una marca de accesorios hechos en China. Eran mucho más económicos y no me fue bien, tuve que cerrar. Entonces, empecé a involucrarme en las actividades del colegio de mis hijos, me convertí en la presidenta de los padres de familia y, en 2015, una amiga que conocí, durante mis años de estudio en Italia, me llamó para que empezara este maravilloso sueño. Las mamás de los compañeros de mis hijos fueron mis primeras clientas. Mi showroom era el comedor de mi casa y mi tienda, el maletero de mi carro. Mi negocio es un ejemplo de lo que sucede cuando las mujeres se apoyan entre ellas.
Destacadas celebridades como Sarah Jessica Parker han lucido tus diseños. ¿Cómo uno de tus bolsos llegó a complementar el estilo de su icónico personaje en Sex and the city?
Fue muy fácil, esto se dio por medio de su estilista, pero él tiene 500 bolsas para que ella escoja. Eligió el mío y sé que todavía lo tiene.
¿De qué manera consideras que tu herencia ecuatoriana se manifiesta en tus diseños?
Más que en mis diseños, creo que, definitivamente, se manifiesta en mi forma de trabajar. Yo siento que los ecuatorianos somos tercos, no aceptamos un no y sabemos que, por ahí, siempre va a llegar un sí. A mí me gusta decir que por 500 puertas que se cierran hay 1.000 ventanas que se abren. Lo importante es ver esas oportunidades y por eso estoy aquí.
¿Qué es lo nuevo que se viene?
Estamos diseñando la colección de bolsos para verano 2026, que vamos a presentar en el fashion week. Para nuestra línea de ropa estamos diseñando ya la colección de otoño, que está confeccionada 100 % en cachemir.
¿Cómo visualizas la expansión de tu marca en los próximos años?
Como diseñadora sabía perfectamente que estaba creando un producto high-end. Todo se fue dando y caí en el lugar que tenía que caer. Estuve en muchas tiendas departamentales en el mundo, pero, lamentablemente, por la pandemia todas cerraron y descubrí el retail. Abrí mi primera tienda en el Miami Design District y me fue espectacular; me dije: “¡Dios, por qué no lo hice antes!”. En esa época hice muchas amistades y, por eso, ahora es más fácil volver a tocar esas puertas. El nombre de Ximena Kavalekas ya es una marca establecida en Estados Unidos. Este nuevo lanzamiento significa crecimiento, expansión, desafíos, más trabajo (risas), más alegrías, más estrés… pero siempre estoy pensando en ir más allá. (I)
