Cada octubre y noviembre, Ecuador se llena de aromas, colores y recuerdos. La temporada del Día de los Difuntos nos invita a disfrutar de la colada morada y las guaguas de pan, una de las tradiciones más icónicas del país.
Estas propuestas gastronómicas tienen raíces ancestrales que se remontan a tiempos precolombinos. Las comunidades indígenas los utilizaban en sus rituales funerarios. Rubén Pozo, docente de la Facultad de Derecho y Sociedad de la PUCE, explica, en una de sus investigaciones, que cuando los españoles llegaron y prohibieron ciertas costumbres —como pasear a los muertos momificados por las montañas—, los pueblos adaptaron la tradición creando figuras de pan que representaban a los difuntos. De esta práctica surgió la guagua, que en kichwa significa “niño”.
Hoy, la tradición se combina con creatividad y arte culinario. Cada lugar tiene sus propias presentaciones, rellenos y sabores. (I)