El lifting vuelve con fuerza

¿Qué hay detrás del regreso del lifting facial?

Ha habido un aumento en los pacientes que reservan este procedimiento estético; hablamos con los expertos para descubrir por qué.

Por Rebecca Cope

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Ya sea Nicole Kidman aplicándose bótox en pantalla en Babygirl, o Kylie Jenner detallando en Instagram las especificaciones exactas de su aumento de senos, en 2025 hay muy poco estigma en torno a los retoques estéticos. Sin embargo, en los últimos meses ha habido un resurgimiento sorprendente de un procedimiento cosmético que muchos pensaban prácticamente erradicado: el lifting facial.

Un puñado de celebridades de primer nivel ha sido visto en los últimos meses luciendo rostros notablemente más tersos (ya sabes quiénes son), lo que ha llevado a muchos en redes sociales a especular que se han sometido al procedimiento, con algunos seguidores atentos señalando las cicatrices reveladoras detrás de las orejas. Una de ellas es Kris Jenner, de 69 años, cuya apariencia notablemente más joven hizo que la confundieran con su hija Kim Kardashian, de 44, cuando salió en París el mes pasado. Tras una reacción abrumadoramente positiva en línea, el portavoz de Jenner confirmó a la revista People que se había sometido a un pequeño retoque con el cirujano plástico Dr. Steven Levine.

En muchos sentidos, es un renacimiento que nadie vio venir. Después de todo, hace una década, la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos Estéticos (BAAPS, por sus siglas en inglés) reportaba una disminución del 53 % en los pacientes que se sometían a liftings faciales y de cuello. Las cifras de este año, sin embargo, muestran un aumento del 8 %. ¿Qué está pasando?

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Una de las razones clave del auge actual de los liftings faciales es que las técnicas utilizadas han mejorado drásticamente en los últimos 30 años, lo que los hace más seguros y ofrecen mejores resultados. “La técnica de lifting facial que se introdujo en los años 90 tenía muchos problemas asociados y muchas complicaciones, por lo que la gente estaba en contra”, explica el cirujano plástico Georgios Orfaniotis. “Ahora vamos más profundo y trabajamos con las capas musculares debajo de la piel, lo que da resultados más equilibrados y duraderos.”

Curiosamente, en 2015, la sentencia de muerte del lifting facial se atribuyó en parte al auge de los tratamientos no invasivos, como la radiofrecuencia, el láser y, por supuesto, el ya mencionado bótox, los rellenos y los polinucleótidos. Sin embargo, hoy en día algunos señalan el uso excesivo de estos tratamientos como una de las principales causas de este pequeño auge en los liftings faciales.

“Estoy viendo a más pacientes que han llegado al límite de lo que los tratamientos no quirúrgicos pueden ofrecer y desean un rejuvenecimiento duradero que luzca natural”, dice Nora Nugent, presidenta de BAAPS. “Muchos también prefieren no seguir añadiendo productos a los tejidos de su rostro.” Dado que los resultados de un lifting facial suelen durar al menos 10 años, puede representar una solución a más largo plazo frente a las citas constantes para bótox o rellenos.

El aumento en el uso de inyecciones para la pérdida de peso como Ozempic y Wegovy también está teniendo un impacto, dice Nugent. “Con la pérdida significativa de peso, muchas personas pierden volumen y desarrollan flacidez en el rostro y el cuello”, explica. “Siempre hemos visto pacientes después de la pérdida de peso para rejuvenecimiento facial, pero esto ha aumentado mucho desde la llegada de los medicamentos para la pérdida de peso que actúan sobre los receptores GLP-1.”

Como siempre, las redes sociales y Zoom también juegan un papel importante, ya que la cantidad de tiempo que pasamos viéndonos durante la pandemia, y los modelos de trabajo remoto o híbrido implementados desde entonces, han empeorado aún más la situación. “La exposición constante a videos resalta el envejecimiento facial en tiempo real, incluso en personas jóvenes”, dice la Dra. Maryam Zamani. “La llamada ‘disforia por Zoom’ es real.”

Orfaniotis está de acuerdo. “El teléfono en general ha jugado un papel enorme en distorsionar cómo vemos nuestro rostro”, dice. “Ahora tenemos tanta conciencia de cada pequeña imperfección que examinamos en el espejo; cosas que antes nunca te habrías preocupado ahora son grandes preocupaciones para personas de 40 años o incluso más jóvenes.”

Quizás los más susceptibles a este tipo de presión son los jóvenes, lo que explicaría por qué cada vez más pacientes jóvenes se someten a liftings faciales. “La mayoría de mis pacientes que se realizan liftings tienen entre 50 y 60 años”, comenta Nugent. “Sin embargo, estoy viendo un aumento en pacientes más jóvenes, en sus 40, que buscan un rejuvenecimiento duradero que mantenga una apariencia y movimiento facial natural.” El auge de una nueva técnica: el mini lifting SMAS (Sistema Musculoponeurótico Superficial), que trata la flacidez en la parte inferior del rostro, la mandíbula y el cuello, ha resultado particularmente popular entre este grupo, ya que sus resultados son menos ‘evidentes’.

Según Orfaniotis, las redes sociales también han hecho que la cirugía parezca una opción más accesible, no solo porque hay más transparencia, sino porque ahora sabemos mucho más al respecto. “Hay más información disponible”, explica. “Puedes encontrar buenas recomendaciones, ver fotos del antes y después en Instagram, y hay mucha honestidad sobre los costos y lo que implica en cuanto a la recuperación.”

Sin embargo, para Orfaniotis sigue siendo vital que las personas investiguen bien al cirujano, especialmente porque es extremadamente difícil corregir un lifting facial mal realizado, y el costo del procedimiento sin duda refleja la habilidad del especialista. “Puede arruinarte el rostro si tomas la decisión equivocada”, advierte. “Cada semana recibo fotos de cirugías que han salido mal, pero no siempre puedo ayudar porque es muy difícil de reparar.”

Este artículo salió originalmente en Harper’s BAZAAR UK.