Los humidificadores son dispositivos que añaden humedad al aire para ayudar a prevenir la sequedad y aliviar los síntomas causados por la gripe o el resfriado común. Sin embargo, también se utilizan como una parte esencial de la rutina de cuidado en personas con piel extremadamente seca, y sus beneficios van más allá de una simple hidratación.
¿Cómo saber si necesitas un humidificador?
Dependiendo de dónde vivas, el sistema incorporado de humidificación/deshumidificación en tu edificio puede necesitar una ayuda extra durante los períodos más intensos del invierno y el verano. La señal más fácil de identificar es cuando tu cuerpo te envía alertas de que necesita más hidratación. Labios agrietados, cabello encrespado y piel arrugada pueden ser indicios de que los niveles de humedad en el aire están por debajo de lo normal. También puedes revisar la app del clima: si los niveles de humedad están por debajo del 30 %, deberías considerar adquirir uno.
Los beneficios de belleza
Estos dispositivos pueden ser especialmente útiles durante pleno verano, ya que el uso del aire acondicionado aumenta y, combinado con el calor intenso, puede provocar sequedad en la piel y ojos. La falta de hidratación y el consumo reducido de agua también pueden agravar el problema, pero si estás bebiendo suficiente agua y aun así enfrentas estos síntomas, lo mejor es invertir en uno.
El agua desalinizada es otra razón por la que muchas personas se quejan de tener el cabello seco, caída del cabello y resequedad. En casos de problemas capilares severos, puede ser necesario instalar un filtro de agua, y un humidificador puede ayudar aún más a combatir la sequedad. Para quienes tienen el cabello encrespado, también puede mejorar la textura y el brillo, suavizar el cabello y favorecer la salud del cuero cabelludo en general. Si aplicas una mascarilla capilar durante la noche, colocarlo cerca de la cama ayudará a que el producto se absorba de manera más eficaz en el cuero cabelludo.
Sus efectos
Usarlo puede hacer maravillas, y notarás que las zonas resecas y el contorno de ojos estarán más suaves y tersos. Además, tu piel se verá más luminosa, ya que la sequedad tiende a apagar el rostro y darle un aspecto opaco. Las manos y los pies también estarán más suaves, y notarás que tu maquillaje se ve mejor: la piel hidratada absorbe los productos de manera mucho más uniforme que la seca y escamosa.
Aunque la piel seca es la que más se beneficia de su uso, todos pueden aprovecharlo, especialmente quienes padecen afecciones como eccema o psoriasis. La piel madura y la piel sensible también agradecerán el extra de hidratación, ya que ayuda a minimizar los signos del envejecimiento.
¿Cómo se usa?
Los humidificadores son bastante fáciles de usar, pero hay algunos puntos clave que debes tener en cuenta: el agua debe ser destilada o filtrada, preferiblemente embotellada en lugar de agua del grifo, y el dispositivo debe limpiarse al menos cada 2 o 3 días para evitar la proliferación de bacterias. También es recomendable colocarlo lejos de objetos como telas y sofás, ya que la humedad puede afectar estos materiales y favorecer la aparición de moho en muebles y paredes.
Este artículo salió originalmente en Harper’s BAZAAR Arabia.