Conquistar sus sueños con trabajo, perseverancia y pasión es el objetivo de Karla Quiñonez León, maquilladora y peinadora/hairstylist/escultora de cabello. Con más de un lustro dentro de la industria, esta guayaquileña se ha posicionado como una profesional destacada en la escena de la moda londinense. Fue la primera ecuatoriana en ser nominada en los British Fashion Awards.
Nacida en Guayaquil, a los nueve años su familia se trasladó a Bélgica en busca de un mejor porvenir. Su historia es la de una niña que creció en el barrio de la Perimetral, una niña que perseveró y floreció hasta convertirse en una artista. Una especie de hada madrina de la belleza que hechiza con la magia de sus manos a celebridades de la talla de PinkPantheress, Doechii y Kelly Rutherford. Además, de grandes marcas de lujo como Gucci y Dior, que han confiado en su talento.
En exclusiva para Harper’s BAZAAR Ecuador, la artista confiesa sus motivaciones, inspiraciones y momentos memorables:
¿Cómo se dio tu primer contacto con el mundo de la moda y la belleza?
Crecí en Amberes, Bélgica, con mayor acceso a cosas de moda que en Guayaquil; leía revistas y empecé a interesarme en el tema. También, veía mucha televisión, pasaba en mi habitación viendo series como Buffy, la cazavampiros, me gustaba cómo se vestía la protagonista y en un librito escribía sobre su ropa. Recuerdo que me levantaba muy temprano para peinarme y maquillarme antes de ir al colegio y era normal que mis amigas visiten mi casa para peinarlas. De alguna manera, la moda siempre estuvo cerca de mí.
¿Cómo fueron tus inicios?
Empecé mi carrera de maquilladora en 2018 en Amberes y, entre 2019 y 2020, comencé a especializarme en peinado. Mi primer trabajo lo hice como asistente de otras maquilladoras, luego ingresé en MAC Cosmetics porque daban descuento para comprar productos y así armé mi propio kit. Después me mudé a Bruselas porque estaba más cerca de Londres. Viajaba en bus 10 horas durante la noche para llegar en la mañana a mi trabajo en Londres y regresaba a Bruselas para mi otro empleo. Hacía esto para crear una red de contactos y cuando tomé la decisión de mudarme a esta ciudad ya tenía conexiones. Expresaba mis ganas de trabajar y me contrataban porque sabía maquillar y peinar. Calvin Klein fue una de las primeras marcas que me convocó y así fui avanzando.
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Siendo latina y afroecuatoriana, ¿cómo fue para ti abrirte camino en una industria tan competitiva?
Estoy consciente de que mi realidad no es la de todos, pero la gente afrodescendiente que vive en Londres ha creído en mis proyectos. No puedo decir que he sufrido lo mismo que otros inmigrantes, hablo inglés desde muy pequeña y eso me dio facilidades, pude adaptarme rápido y conseguir trabajos porque estaba mentalizada en invertir en mi carrera como artista. Por otro lado, a veces siento que si fuera una mujer blanca o europea me celebrarían mucho más. He trabajado con artistas, he hecho proyectos interesantes… pero el racismo está en todos lados. Yo salgo adelante con las oportunidades que tengo porque si el talento es grande las puertas se abren.
¿Cómo se ve un día de trabajo de Karla Quiñonez?
La mayoría de veces me levanto muy temprano, me pasan recogiendo a las seis o siete de la mañana, empaco todo mi equipaje y llego al estudio donde me esperan mis asistentes, converso con el fotógrafo y el estilista sobre los looks que vamos a preparar. Una jornada de trabajo puede durar hasta más de 12 horas. Si, al día siguiente, debo cumplir con otro trabajo simplemente llego a casa, cambio las maletas y duermo un poco, mientras espero que me recojan de nuevo.
¿Cómo es tu proceso creativo para conceptualizar un peinado o maquillaje?
Mi inspiración para un peinado viene mucho de Star Wars porque cuando era pequeña veía repetidamente esta película; me gustaba el peinado de Leia. El anime también me inspira porque crecí viendo Dragon Ball Z, Pokémon y Sailor Moon. De igual manera, los colores de Ecuador están presentes y esto ha hecho que mi trabajo resalte. Mi proceso de investigación empieza con fotos. Recuerdo que hace unos días tomé una foto de un árbol porque me recordó al cabello afro. Dibujo mucho en mis cuadernos o en mi ipad. Cuando me encargan un proyecto me encierro en mi estudio y empiezo a experimentar con materiales. Para hacer mis pelucas experimento con plástico y cartón porque me gusta reciclar. Y así paso días hasta crear algo único.
¿Cómo es tu participación dentro del desarrollo de una campaña editorial?
Pregunto por el moodboard y las imágenes que inspiraron al diseñador para crear sus looks, luego converso con el fotógrafo, el director y el productor, entonces me dicen si voy a tener libertad para crear lo que quiero o me indican cuáles son los colores de la ropa, entre todos compartimos ideas. En cambio, cuando trabajo con un artista a veces tengo que seguir su visión o tengo libertad para crear, eso me pasó con Doechii, su equipo me dio mucha libertad para crear sus looks de cabello porque querían algo diferente. Por otro lado, si es para una revista tengo que adaptarme a su estilo y al nivel de calidad de imagen que ellos necesitan, simplemente converso con el equipo sobre lo que queremos crear juntos.
¿Cuál ha sido tu trabajo favorito?
Es uno que hice con las venezolanas Silvana Trevale y Daniela Benaim, quienes me convocaron para ser parte de su proyecto “Comadres”, que fue publicado en Vogue Italia. Tuve que crear 14 looks de peinado y maquillaje en un día, fue algo que me ayudó a crecer como estilista de cabello y como líder, tuve que guiar a ocho personas. Era la primera vez que trabajaba con muchos latinos en un proyecto en Londres, fue algo lindo y no me lo esperaba. Esto me empujó como hairstylist, ya que hice unas trenzas que salían de una especie de árbol que nacía del cabello, algo que nos tomó muchas semanas y horas de trabajo a mi asistente y a mí. Esta fue la primera “escultura” de cabello que hice, medía dos metros.
En 2024 fuiste nominada por tu trabajo a los British Fashion Awards y ahora en 2025 estás nominada en los Latin American Fashion Awards. ¿Cómo recibes estos reconocimientos?
Recuerdo que cuando llegué a Londres y escuché sobre los British Fashion Awards dije: “ojalá algún día esté nominada”. Era un sueño que tenía porque aquí en Inglaterra es algo muy prestigioso. Me nominaron mucho antes de lo que esperaba, así que cuando me llamaron no lo podía creer, le conté a mi hermana y comenzamos a gritar de alegría. La nominación de los Latin American Fashion Awards se dio porque mi familia y mis amigos me dijeron que aplicara porque es algo importante para que nuestra gente nos vea en estos espacios.
Hablas de Ecuador con mucho orgullo, ¿de qué forma se refleja tu identidad en tu trabajo?
Justamente pensaba en eso ayer (risas). Para mí Ecuador es todo, gracias a lo que aprendí en las calles de Guayaquil he podido sobrevivir en la moda. Aquí debes pelear por lo que quieres, por tus derechos y para que la gente te respete. Además, todo lo que me inspira viene de Ecuador: la música, la comida, los colores… y negar a mi país es como negarme a mí misma.
Eres una mujer que trabaja con la belleza pero, al mismo tiempo, te interesa la profundidad. ¿Qué te motivó a incursionar en el ámbito del arte y el activismo?
Creo que mi primera forma de ser artista se dio a través del maquillaje, después continué con el cabello. Y sin quererlo me fui introduciendo en proyectos culturales desde este rol de gestora. Es algo que me sale muy natural porque sé lo que es pasar momentos de soledad y no verte representado. Así nació la plataforma “La Cultur4”, para que artistas y personas latinas se sientan apoyadas y demostrar que hay mucho talento.
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¿Cuál sería tu proyecto soñado? ¿Con qué figura te gustaría colaborar?
¡Moisés Caicedo! Sería un sueño trabajar con él porque lo admiro tanto, es una gran inspiración para mí. Me gustaría colaborar con Rihanna en algunos de sus shows.
¿Qué consejo le darías a una joven ecuatoriana que sueña con trabajar en moda y tener una carrera como la tuya?
Le diría que crea en ella misma. Yo sé que no todos tenemos la misma suerte, pero todo está cambiando tan rápido y lo más importante es tu talento. Enfócate en ser la mejor. Ahora todos tenemos un teléfono y puedes postear tu trabajo y conectar con el mundo. Si en Ecuador no ven tu talento, el mundo lo puede ver. Estoy aquí porque creí en mí, eso es muy importante. Contacta a la gente que te inspira, busca información, aprende sobre marketing y negocios, no tengas pena de preguntar y no dejes que tu entorno te limite. Yo nací en la Perimetral y hace un año estuve en una fiesta con Pat McGrath, Rihanna, Beyoncé… La única persona que soñó llegar lejos fui yo y llegué a esos espacios por mi trabajo, siempre he creído en lo que hago. (I)