Corte Bob

Entonces te arrepentiste del bob... ¿Ahora qué?

Estilistas expertos explican cómo sobrevivir al arrepentimiento capilar.

Por Jenna Rosenstein

Getty Images —

Todas hemos pasado por eso: pides un bob en la peluquería pensando que el pelo más corto revelará una versión mejor, más fresca y sofisticada de ti misma. Pero al llegar a casa y tratar de peinarlo, te das cuenta de que el reflejo en el espejo parece un niño pequeño con una peluca barata de Halloween. Extrañas los moños. Extrañas las coletas. Extrañas tu melena larga.

El bob está en tendencia ahora mismo, pero no siempre le queda bien a todo el mundo, sobre todo si no dominas el arte de peinar cabello corto. “En el salón recibes un cepillado profesional: herramientas, productos y técnicas que la mayoría no usamos en casa. La precisión del bob realmente se nota cuando está perfectamente liso, con las puntas hacia adentro o con ondas bien marcadas”, explica Sean Michael, estilista y dueño de Salon Beau. La estilista de celebridades Alyx Liu coincide: “En casa no siempre puedes llegar a todas las zonas del bob, lo que dificulta controlar la textura en longitudes tan cortas. Incluso dormir con él puede hacer que se acomode de forma distinta”.

Por qué los malos bobs le pasan a buenas personas

La mayoría de las veces, un mal bob puede evitarse antes del primer tijeretazo. “Uno de los errores más comunes es llevar una foto de un corte que no coincide con tu tipo de cabello, forma de cara o estilo de vida”, advierte Michael. “Un bob recto en cabello fino versus en cabello grueso es un look completamente distinto, con niveles de mantenimiento muy diferentes”. Para conseguir el mejor corte, busca una foto de inspiración que no solo muestre el largo que quieres, sino también la textura natural de tu cabello. Pregúntate, además, cómo fue peinado ese cabello en la foto: ¿plancha? ¿secado con cepillo? ¿seco al aire?

El estilista y colorista de celebridades Dimitris Giannetos añade que la técnica es clave: “Uno de los errores más frecuentes al cortar un bob es añadir demasiadas capas. El bob debe ser recto, pero al mismo tiempo, el estilista tiene que texturizar las puntas. Se puede usar navaja, pero si el cabello es demasiado fino, no lo recomiendo”.

Y si odias tu corte mientras aún estás en la silla, no tengas miedo de decirlo. “A veces basta un pequeño ajuste de estilo para que cambie por completo cómo se ve. Agenda un retoque con tu estilista y sé honesta sobre lo que no está funcionando”, aconseja Michael. “Preferimos mil veces ayudarte a corregirlo antes que te quedes con un corte que no disfrutas. En muchos casos, añadir textura, flequillo o unas mechas que enmarquen el rostro puede marcar la diferencia mientras el cabello crece”.

Cómo sobrevivir a un mal bob

Si no odiaste tu corte hasta llegar a casa, quizá tu rutina de peinado sea la culpable. “Muchas personas se saltan el producto adecuado, pero es un elemento clave del proceso. Un bob necesita protector térmico, crema para suavizar o una espuma ligera que le dé forma”, señala Michael. “Si lo alisas demasiado o lo dejas sin movimiento, pierde todo el encanto que lo hace chic”. Antes de salir del salón, pide a tu estilista un mini tutorial y recomendaciones de productos para mantener el look en casa.

Este artículo salió originalmente en Harper's BAZAAR Estados Unidos.