Nicole Salazar
Aunque a veces no lo parezca, los zapatos son uno de los accesorios más importantes en nuestra vida. Proveen la estabilidad y la confianza para enfrentar la jornada y sobre todo comunican, de manera silenciosa, quién eres. ¿Una business woman que solo utiliza stiletto? ¿Una fashion girl que apuesta por la comodidad de unas adidas samba? Para Nicole Salazar, guayaquileña de 29 años, “el calzado es todo”. Desde pequeña tuvo un cariño especial por estos accesorios, que la llevó a sus 20 años a crear su marca homónima.
“Mi mood va a depender de los zapatos que use porque soy una persona que camina mucho y me gusta que me vean los pies”.
La idea nació de una necesidad. Salazar calza 40 y era casi una aventura encontrar modelos de su talla. Por eso decidió iniciar su emprendimiento, a pesar de que no conocía de la industria. Sus estudios, relacionados con la administración de empresas, fueron un soporte. Hoy, después de casi una década en la industria, con envíos a Costa Rica, Argentina, México y Estados Unidos, su propuesta se caracteriza por modelos cómodos, sobrios y elegantes, con una mezcla de elementos contemporáneos. La marca ofrece desde modelos casuales como sandalias, plataformas y sneakers hasta opciones más formales como tacones y midheels.
“Mis clientas pueden ser ellas mismas cuando usan mis diseños. Están cómodas y al mismo tiempo lucen bien. Nos enseñaron a aceptar la incomodidad y para mí es todo lo contrario. Tú tienes que estar cómoda para sentirte bien en un calzado”, explica la creadora, en una entrevista con Harper’s BAZAAR Ecuador.
En julio de 2024 recibió un correo de la plataforma de moda “Flying Solo”, conocida por organizar pasarelas para la New York Fashion Week y también por su trabajo con diseñadores independientes. Salazar fue invitada a participar en una de las pasarelas. Al principio dudó de la autenticidad, confiesa Salazar. Incluso llegó a pensar que podía ser una estafa, pero tras confirmar el destinatario, supo que era una oportunidad única.
“Conversé con ellos y me pidieron que mande fotos o dibujos de una posible colección. Después de cinco días me dijeron que fui preseleccionada. Tuve una entrevista, me comentaron cómo era el evento y ahí empezó”, relata Salazar. Para esta ocasión, creó ocho modelos en su mayoría sandalias, flats, tacones y midheels. La diseñadora se inspiró en “chicas de ciudades” como Guayaquil, Quito o Nueva York. En el desfile colaboró con otros diseñadores como la marca de ropa colombiana OJALÁ y los accesorios de IZA BY Silvia D’avila, creados en la Gran Manzana.
“Nunca había conocido la ciudad. Pero, la había visto en películas y me pregunté: ‘qué tipo de chica usaría mis zapatos allá’. Me inspiré en colores plateados, dorados y verdes. Pensé en la cromática de las capitales”. Estos diseños también juegan con elementos como pedrería, apliques, atados y texturas que resaltan el pie sutilmente.
Para esta guayaquileña, el éxito está en dos aristas: la escucha a su clientela y el confort. Ella prueba cada uno de sus diseños antes de lanzarlos al mercado. Esto en búsqueda de errores o materiales que puedan generar malestar al momento de caminar. Su marca también realiza un servicio personalizado para adaptarse a las necesidades de sus clientes.
“Mi idea es que las mujeres se sientan felices y en confianza, que puedan tener lo que a ellas les gusta”.
Con más de 100 pedidos al mes, esta creadora resalta la importancia del calzado en nuestras vidas. Un accesorio que trasciende la estética y se convierte en el compañero fiel de cada uno de nuestros pasos. (I)