Rosalía en Julie Kegels
Rosalía en Julie Kegels © Instagram.com/rosalia

Rosalía se encuentra en un estado de gracia. En la portada de Lux, su último álbum, la cantante aparece como una monja inmaculada, con los brazos cruzados sobre un top literalmente sin mangas, de la colección AlainPaul primavera-verano 2025. En otra imagen del proyecto, la española de cabellera dorada reza, con las manos enfundadas en guantes Jean Paul Gaultier de 2004. Y para la sesión de escucha oficial organizada en Barcelona, se presentó como la bella durmiente, envuelta literalmente en un vestido a medida de Gucci diseñado por Demna.

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Tras la etapa totalmente de cuero de Motomami, la artista se convierte en santa patrona de un guardarropa monacal y referenciado para su cuarto álbum, enseñando a quienes la descubren, y recordando a sus fieles, que la moda para ella es una religión.

Rosalía porte une création  ALAINPAUL sur la pochette de son nouvel album « LUX ».
Rosalía lleva una creación de ALAINPAUL en la portada de su nuevo álbum “LUX”.
© Estilismo: Chloé y Chenelle Delgadillo; Fotografía: Noah Dillon

Recurrir a los apóstoles de la pasarela

En sus inicios, el tema Berghain y su videoclip cuidaban la misa de reliquias de los 2000: sandalias tipo rosario (rosary heels), un vestido y un top de los archivos de Alexander McQueen, así como un top-foulard imaginado en 1997 por el creador para Givenchy, y también una camisola en tonos empolvados de Balenciaga por Nicolas Ghesquière de 2004. Fiel a la comunión de géneros que caracteriza su música, Rosalía también se acerca a marcas emergentes con aire de santidad.

Para esta nueva era, junto a su estilista Jose Carayol, recurrieron a un vestido tipo delantal de los suecos Rave Review en este primer filme musical, y eligieron piezas de la francesa afincada en Londres, Lauren Perrin, para la gira promocional. Acostumbrada a las grandes casas, la embajadora del bolso Lady Dior siempre ha apoyado marcas más confidenciales. Durante la última semana de la moda, la superestrella se sentó en primera fila del desfile de Julie Kegels y fue vista con un conjunto de Matières Fécales, entre dos desfiles de Schiaparelli o Calvin Klein, de la que es la última musa.

Rosalía en jupe Thom Browne pour son nouvel album « LUX ».
Rosalía en falda Thom Browne para su nuevo álbum “LUX”.
© Instagram.com/rosalia.vt

Imaginar conceptos proféticos

Los códigos que Rosalía aprecia parecen adquirir un nuevo significado a la luz de Lux. Sus colores fetiche —rojo, negro y especialmente blanco— abrazan un rol litúrgico en este nuevo imaginario. Al inicio de su carrera, quien llevó el flamenco a un éxito mundial con El Mal Querer ya recurría a esta trinidad cromática, inspirada por la presencia de referentes como Lola Flores y Carmen Amaya. Vestidos con mangas voluminosas, monos con flecos, uñas infinitas adornadas con joyas, conjuntos tipo bolero… La música busca encarnar fuerza, poder y radicalidad.

En 2022, conquistó el mundo sobre dos ruedas y llevó el look biker al frente de las tendencias. Motomami ya era un proyecto global, que Rosalía llevaba hasta el casco, transformado en bolso. Durante esta etapa a medio camino entre feroz y coqueta, la cantante expresaba sus obsesiones por Rick Owens, las enormes gafas negras, o Acne Studios, primera marca que la convirtió en musa y una de las que la vistió para la gira.

El álbum se abría con Saoko y guiños a los collares de Vivienne Westwood. Unos temas después, Rosalía continuaba su declaración de amor a la moda con La Combi Versace: “Que Dios bendiga a Gianni”, cantaba entonces. Su profesión de fe antes de confirmar su estatus de sacerdotisa de la moda.

Esta nota fue originalmente publicada en Harper's BAZAAR Francia.