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Una mirada artística de Guayaquil a través de los ojos de Fernando García

Con 22 obras, el artista Fernando García presenta "Tensiones", una muestra que refleja un Guayaquil donde los opuestos chocan y conviven. Esta exposición estará abierta hasta el próximo 2 de noviembre, en el Banco Territorial del Parque Histórico de Guayaquil.

Por Emilia Palacios Mosquera

¿Cómo crece una ciudad? ¿Qué rastros deja cuando avanza? ¿Cómo conviven distintas comunidades en un espacio delimitado? Fernando García, artista manabita, con más de 40 años de trayectoria, retrata a través del lienzo el crecimiento de la Perla del Pacífico. Desde las periferias hasta el centro histórico, pone frente a frente la arquitectura que caracteriza a esta urbe. Lugares como el Cerro Santa Ana, el Cerro del Carmen y Mapasingue se toman la exposición. “Tensiones nos enseña un Guayaquil como si fuera un espejo incómodo, enfrentándonos con una ciudad que fue soñada y que finalmente habitamos”, dice García a Harper's BAZAAR Ecuador. 

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El artista, de 63 años, inició su carrera en la década de los 80. Amante del surf, tiene estudios en arquitectura y fotografía, que se compaginan con su oficio de publicista. El proceso creativo de este proyecto parte de la fotografía. Inició con el registro de cada comunidad para luego plasmarla desde el hiperrealismo con óleos. En la exposición también aparecen edificios emblemáticos, como la Gobernación y el Municipio, pero ahora con bloques de ladrillo. 

“Los intervine con la narrativa de la arquitectura popular, los invadí”.

Tensiones - cerro 5
Cortesía Tensiones. Cerro 5

Tensiones - palacio azul
Cortesía Tensiones. Palacio azul

García contrapone dos realidades arquitectónicas que conviven en Guayaquil y que forman parte de una misma historia. Por un lado, están los barrios populares que nacieron del esfuerzo colectivo, construidos con ingenio y necesidad. Por otro, las edificaciones de estilo clásico y monumental, inspiradas en modelos europeos, que dominan el centro histórico y representan la imagen institucional de Guayaquil. En el lienzo, ambos mundos se encuentran sin jerarquías: dialogan, se enfrentan y se mezclan. Lo que revela la complejidad de un territorio que se construye todos los días desde sus contrastes.

Para él, los asentamientos informales están en transformación. “Es una arquitectura en movimiento, de acuerdo con las necesidades de las familias. En un año pueden tener dos o tres pisos más. Lo que también nos habla de las crisis de espacio”. García enfatiza que no busca criticar, sino representar la realidad de una población que crece desenfrenadamente.

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Cortesía Tensiones. Esquina

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Cortesía Tensiones. Cerro 4

La curadora Matilde Ampuero explica que el proyecto, que tomó más de cuatro años, “ilustra el tránsito de una ciudad idealizada hacia una construida desde la necesidad urgente –resultado de la migración del campo a la ciudad– que produjo cinturones periféricos de viviendas populares. Estas, realizadas con caña y bloque, retratan una realidad paralela donde la arquitectura se reduce a su mínima expresión: un acto de supervivencia más que de diseño”.

“Realmente son contradictorios, pero a la vez los trato de unir con esa intervención, para que surjan discursos de lo que interpreta el visitante”, añade García. La idea nació a partir de un viaje que realizó a Cuba, donde conversó con el historiador Eusebio Leal. “Él estaba rescatando edificaciones de La Habana. Reconstruyó el Capitolio y el teatro, lo que me pareció interesante. Luego del terremoto de Bahía de Caráquez, en 2016, pensé que no podía restaurarla físicamente, pero sí a través de la pintura”, recuerda García, sobre otra de sus creaciones. 

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Cortesía Tensiones. Enredos

Tensiones - casa blanca
Cortesía Tensiones. Casa blanca

Desde entonces, ha trabajado con la memoria, la fotografía, la arquitectura y la pintura. Este artista quiere expandir este proyecto a Quito y Cuenca. El objetivo es dejar que la arquitectura hable y cuente, a su manera, el paso del tiempo. (I)