Cuando el clima es frío, muchas veces el estilo pasa a segundo plano frente a la simple necesidad de mantenerse abrigado. Y cuando se busca una de las formas más eficientes de lograrlo, la chaqueta acolchada (puffer) suele ser la primera opción. Lo interesante de la puffer es que, pese a ser hoy un esencial de las bajas temperaturas, nació casi por accidente. Tras una experiencia cercana a la muerte mientras pescaba en Alaska, Eddie Bauer creó en 1936 una versión temprana de la puffer con plumas, capaz de retener el calor sin añadir peso al cuerpo. Sin embargo, Bauer no fue técnicamente el primero en imaginar un abrigo relleno de plumas. Ese mérito corresponde al químico y alpinista australiano George Finch, quien usó una chaqueta acolchada verde brillante de plumón de eider durante una expedición al Monte Everest en 1922, utilizando plumas y tela de globos como aislamiento. Finch pudo haberla creado primero, pero fue Bauer quien la patentó y la llevó a la producción masiva.
Unos años antes de la patente de Bauer, el modista Charles James reinterpretó la chaqueta en 1937 con un enfoque más escultórico y de noche. Con el paso de las décadas, la puffer se consolidó como un básico de la vida al aire libre, confeccionada en nylon y rellenos técnicos, mientras también se abría paso en los armarios cotidianos. Como ocurre con muchas prendas utilitarias, los diseñadores terminaron creando sus propias versiones, dando lugar a colaboraciones memorables entre marcas históricas de outdoor y casas de alta moda, incluida la reciente alianza entre Moncler Genius y Jil Sander. Y aunque la puffer ha transitado con soltura entre el lujo y las marcas más accesibles, llevarla de una manera que se sienta fresca sigue siendo un reto.
A continuación, ocho formas de llevar este esencial para que se vea todo menos ordinario.
El enfoque utilitario

Apuesta por la naturaleza funcional de la puffer combinándola con prendas que compartan esa misma practicidad. Una bota plana de caña alta ayuda a “invernizar” faldas y shorts que normalmente reservas para el verano o comienzos del otoño, mientras que un suéter de cashmere funciona como una capa base ideal que hace que vestirse en invierno sea mucho más llevadero.
El look “fuera de la ciudad”

Aporta un toque urbano a tu vestuario de escapadas. Jugar con texturas como la pana y los tejidos de punto grueso suaviza el alto brillo de las prendas técnicas y crea un look relajado, natural y con carácter.
La puffer de los mandados al pilates

La puffer es el abrigo perfecto para salir rápido a hacer diligencias o para la caminata hacia tu clase de pilates. Una silueta oversize ofrece máxima cobertura, así que aunque vistas capas ligeras, el viento frío no te hará tiritar.
Considera el chaleco puffer

Siguiendo el ejemplo de Becky Malinsky, equilibra un look completamente blanco con un chaleco puffer de color vibrante para un toque nostálgico. Mantén esa energía con sutiles elementos western, como unas botas de gamuza estilo cowboy con tacón cubano.
La versión de noche

Una puffer no está limitada solo a momentos casuales. Prueba completar tu look de noche con una chaqueta acolchada, preferiblemente con lentejuelas. Refuerza el contraste eligiendo zapatos planos en lugar de tacones, para un conjunto listo para la noche sin la formalidad tradicional.
Atrévete con el estampado de leopardo

Otra forma de renovar tu colección de puffers es optar por una con estampado interesante. El animal print, especialmente el leopardo, lleva varias temporadas en tendencia y todo indica que llegó para quedarse. Si quieres experimentar con patrones sin perder atemporalidad, este motivo es una gran opción. En lugar de combinarlo con una base completamente negra, juega con colores complementarios o mezcla otro estampado para que el outfit destaque aún más.
Doble puffer, doble impacto

Si prefieres un layering más ligero —ya sea con una camisa de franela sin suéter o con un algodón en lugar de lana—, considera usar dos puffers. Llevar una puffer liviana como capa interna y una más gruesa encima crea un momento de estilo limpio y atractivo que capta la atención de forma natural.
Atrévete con una puffer blanca

Cuando llega el invierno, los armarios suelen llenarse de negro y tonos neutros. Rompe esa monotonía con una puffer en blanco ártico que transforma una prenda práctica en algo realmente especial. El blanco siempre resulta impactante, y dejar que sea el eje de tu outfit marca una declaración clara. Para acentuar aún más el contraste, añade un toque de rojo como punto focal sin esfuerzo. (I)
Este artículo salió originalmente en Harper's BAZAAR Estados Unidos.