Una temporada de debuts suele ser también una de exploración en los archivos: mirar atrás para avanzar. Cada nuevo director creativo enfrenta la compleja tarea de reinterpretar los códigos de la casa con una visión renovada, buscando conquistar tanto a la crítica como al consumidor con una colección coherente. Y con más de diez colecciones debut presentadas esta temporada, los códigos de la casa y las referencias de archivo fueron el tema central en la mente de todos.
En casos como el de Chanel, donde Matthieu Blazy debutó a principios de esta semana, tenía más de un siglo de historia del que inspirarse. (La maison fue fundada en 1910). El Chanel de los años veinte luce muy distinto al Chanel de los cincuenta, y eso solo dentro de la era de Gabrielle “Coco” Chanel. El Chanel de Karl Lagerfeld, por su parte, difiere por completo del de Coco. Las posibilidades son infinitas y, por momentos, abrumadoras.
En cambio, una casa como Bottega Veneta plantea un reto muy distinto. Blazy estableció los estándares del prêt-à-porter apenas en los últimos años (antes, la marca se enfocaba principalmente en los artículos de piel), algo similar a lo que ocurrió con Jonathan Anderson en Loewe. Estas casas ofrecen un acervo más reducido del cual extraer referencias, lo que puede verse como una ventaja o una limitación, según la perspectiva. ¿Prefieres tener más material para reinterpretar o mayor libertad para crear?
Algunos diseñadores optaron por apoyarse firmemente en el pasado, dejando que los códigos de la casa definieran sus colecciones inaugurales. Otros, como Duran Lantink en Jean Paul Gaultier, mantuvieron los archivos cerrados a propósito, evitando así la tentación de depender demasiado de ellos.
Las interpretaciones también variaron. Pierpaolo Piccioli reimaginó conceptos que marcaron época, como la icónica silueta “sack” de Balenciaga, creada en 1957. En Celine, Michael Rider retomó una estrategia de estilo contrastante propia de la era de Phoebe Philo. En esencia, cada nuevo director creativo abordó los archivos a su manera, algo que se hizo evidente en la diversidad de reinterpretaciones históricas vistas en las colecciones de primavera 2026.
A continuación, reunimos algunas de nuestras referencias favoritas de esta vibrante temporada de debuts.
Balenciaga

Para la primavera de 2026, Pierpaolo Piccioli rescató la célebre silueta “sack” de Cristóbal Balenciaga, presentada originalmente en 1957. El diseñador fundador de la maison transformó entonces una forma aparentemente sencilla —definida precisamente por su ausencia de forma— en una pieza de noche elegante, recogida en los hombros y las rodillas, con un ligero escote en V. Casi tres cuartos de siglo después, Piccioli reinterpretó esa silueta en sus propios vestidos y túnicas contemporáneos, combinándolos con gafas tipo bug-eye y guantes de ópera.

Aunque la mayor parte de la colección carecía de estampados, centrándose en bloques sólidos de negro, blanco y algún toque ocasional de color, una prenda de punto incorporó un patrón audaz en su tejido. Piccioli reinterpretó un estampado floral de gran tamaño y trazo pictórico de la colección primavera 2008 de Balenciaga, diseñada por el entonces director creativo Nicolas Ghesquière, y lo utilizó en un vestido tipo suéter que pasa de un top sin mangas sencillo a una falda de hilos aparentemente desordenados, convirtiendo el estampado en una versión mucho más abstracta.
Celine

Aunque técnicamente no se trató de su debut, Michael Rider destiló el espíritu de sus predecesores más recientes, Phoebe Philo y Hedi Slimane, en una segunda colección que combinó un aire preppy francés con prendas separadas de sofisticación intelectual. Una referencia clara para Rider pareció ser el trabajo de Philo en la colección de otoño 2017, donde presentó sastrería de proporciones amplias acompañada de calzado inspirado en las botas vaqueras. Rider siguió esa línea, actualizando ligeramente ambas siluetas, pero conservando el ingenioso contraste entre la elegancia estructurada y el carácter rudo del estilo western.
Loewe

Jack McCollough y Lazaro Hernandez imprimieron su propio sello sobre las nociones surrealistas de Jonathan Anderson, hoy integradas en los códigos de Loewe. Parte de su estilismo irónico y ultraestructurado para el debut de primavera 2026 parece aludir a un look de la colección masculina de otoño 2014, en el que varias camisas tipo polo se desbordaban bajo un blazer.

Los vestidos compuestos por capas de tela aparentemente superpuestas evocan una túnica masculina de la colección otoño 2023, confeccionada en capas de cuero negro y marrón cortadas con una silueta similar.
Dior


La colección debut de Jonathan Anderson para la línea femenina de Dior estuvo llena de guiños sutiles. Entre ellos, reinterpretó un vestido de la colección de alta costura de otoño 1949, titulado Junon, conocido por su falda de pétalos adornados con lentejuelas. En su versión moderna, la pieza adopta un aire mucho más casual: un minivestido con diminutos pétalos calados en tonos similares y una disposición que evoca aquella estructura original.


También rindió homenaje a un vestido de noche adornado con lazos de la colección otoño 1957, caracterizado por un corsé sin tirantes y una falda amplia que caía justo debajo de la rodilla. La versión actual está confeccionada en un tejido plisado con corte de silueta reloj de arena y lazos dispuestos en diagonal.

Aunque esas piezas miraban directamente a la era de Christian Dior, los tocados de inspiración pirata de Anderson hicieron referencia al estilo personal de John Galliano, quien solía cerrar sus desfiles con conjuntos teatrales coronados por un sombrero de pirata.
Maison Margiela

Tras su debut en la alta costura de Maison Margiela este verano, Glenn Martens adoptó un enfoque más depurado para el ready-to-wear. Durante los años en que el equipo interno diseñaba las colecciones tras la salida del fundador Martin Margiela, muchas piezas —particularmente en las temporadas otoño 2014 y resort 2015— se adornaron con delicados lazos. Martens retomó esa idea de la década anterior y la reinterpretó para el presente, uniendo con lazos chaquetas y blazers de apariencia más estructurada y pesada.
Chanel

La casa Chanel cuenta con más de un siglo de historia y, por tanto, con innumerables épocas de las cuales inspirarse. Matthieu Blazy reinterpretó elementos tanto de los diseños de Gabrielle “Coco” Chanel como de su estilo personal, en especial su admiración por la estética tomboy, reflejada en las siluetas rectas y sueltas de los años veinte y en el uso de prendas masculinas adaptadas al vestuario femenino. Incorporó cinturas bajas con cinturón en muchas de sus piezas, un detalle característico de la diseñadora. Además, rindió homenaje a los elementos clave de los icónicos trajes de falda de Chanel de las décadas de 1950 y 1960, como las chaquetas de tweed de corte cuadrado —ya convertidas en un sello de la maison— y las siluetas abotonadas que envuelven la figura.
Bottega Veneta

Louise Trotter se enfrentó a un reto interesante en Bottega Veneta. Algunos de los años más interesantes de la firma de artículos de cuero en cuanto a prêt-à-porter se refiere son también los más recientes (gracias a Blazy, procedente de Chanel). Trotter hizo un guiño a la táctica que utilizó en la primavera de 2025 de dejar que las tiras de las camisetas sin mangas cayesen casualmente de los hombros de las modelos, reinterpretando la idea (y la silueta) en tops y vestidos para la primavera de 2026.

También hizo referencia a un conjunto de la colección otoño 2024 compuesto por un suéter grueso y una falda amplia con flecos de cuero en forma de plumaje. La silueta se mantuvo prácticamente igual, aunque en esta ocasión reemplazó el cuero por fibra de vidrio reciclada para crear los flecos.
Versace

El debut de Dario Vitale en Versace tomó como referencia la era fundacional de Gianni Versace, y todo el desbordante glamour que ello implica. Un elemento distintivo del universo Versace en los años ochenta, el estampado de rombos de aire circense, reapareció en esta colección contemporánea, esta vez aplicado como un panel adornado en un vestido cruzado de silueta fluida.

Vitale también rescató los capris justo por debajo de la rodilla característicos de Versace en los años ochenta (presentados originalmente en la colección de 1980), reinterpretándolos esta vez en mezclilla de tonos pastel.
Este artículo salió originalmente en Harper's BAZAAR Estados Unidos.