Autoretrato
Autoretrato Cortesía: Dennis Silva

Las fotografías de Dennis Silva son difíciles de pasar por alto en el feed de Instagram. Colores eléctricos, plateados que brillan, extremidades que no parecen tener un final. Como si fueran sacadas de un mundo futurista, cada imagen de este artista cuenta una historia. A sus 22 años, ha trabajado con más de 40 marcas, nacionales e internacionales, y ha realizado editoriales para revistas extranjeras. En 2024, una de sus fotografías ganó el premio “Best of photo Vogue”. Para él, su estilo es experimental, creativo y rebelde, tal como su personalidad.

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Nacido en Ambato, Tungurahua descubrió su afinidad por el arte en talleres de verano. Ninguno de sus padres se desarrolló en el ámbito artístico. Sin embargo, Silva pasaba sus vacaciones en cursos de pintura, artes plásticas o música. A los 14 años, una amiga que practicaba lettering (caligrafía) le prestó una cámara y lo invitó a probarla, marcando así su primer acercamiento a la fotografía. 

Balistik
Balistik. Cortesía Dennis Silva

Young hearts
Young hearts. Cortesía Dennis Silva

En sus primeros años, pedía prestadas cámaras y experimentaba con diferentes equipos, improvisando y buscando referentes que estuvieran marcando el ritmo en el país. Cuando tuvo que escoger una carrera para la universidad, dio un giro inesperado. Entró a psicología, de la cual se graduó este 2025. “Tengo muchos compañeros que estudiaron producción y fotografía que tienen frustración por la prioridad que se da a lo técnico. Así que me fui por psicología porque también me ayuda con el concepto de mis proyectos”.

The Punk
The Punk. Cortesía Dennis Silva

Fetish
Fetish. Cortesía Dennis Silva

Trabajó tres meses en un call center para ahorrar lo suficiente y comprarse su primera cámara profesional. Para entonces, ya había adquirido conocimientos básicos de fotografía, gracias a cursos autogestionados. Con esto y su nueva herramienta, empezó a retratar a amigos y vecinos, encontrando su estilo propio.

En 2020, con la pandemia, su interés por los cursos se avivó. Silva aprendió de colorimetría, maquillaje, estilismo, cerámica fría, acuarela… sin dejar de lado la fotografía. Empezó a escribir a personas para colaboraciones, muchas sin respuesta. Viajaba a Quito para retratar en fiestas y eventos. “El primer paso fue comprar un lente ojo de pez para utilizar en retratos. Me enfocaba mucho en las paletas de color para crear contrastes y, cuando incorporé el flash con este lente, dije: ‘¡Oh Dios mío!’”

Nunca ha sido una persona estática. Cuando sus fotos empezaron a tener alcance, siguió escribiendo correos y mensajes en búsqueda de oportunidades. Su boom en redes llegó con una producción para la marca de ropa Santo, de Camilo Ayala, y la línea de accesorios de Sebastián Gorki.

Silva retrató a dos modelos para promocionar el lanzamiento de anillos y collares con reloj. En esta serie de 10 fotografías resaltó la fuerza de los accesorios en un entorno urbano que fusionó moda, actitud y complicidad. Le tomó un día editar cada imagen. Desde aquella oportunidad, su trabajo tuvo un crecimiento exponencial y le permitió trabajar con Martin Across, Olga Fish, Mxdvs de Bélgica, Miu Miu, Lula Kirei, Redskins, entre otros. Asimismo, ha retratado a artistas ecuatorianos como Machaca y la banda Miel. Su fotografía se caracteriza por una atención minuciosa al detalle: colores, texturas, iluminación y gestos.

Para crear, Silva parte de una investigación profunda que estimula su creatividad. Él, busca conectar con marcas o artistas no solo desde los objetivos del proyecto, sino desde las sensaciones que desean evocar. “He trabajado con todas las marcas que he querido”, dice con una sonrisa. 

The ecuadorian dream
The ecuadorian dream. Cortesía Dennis Silva

Su estilo personal evolucionó a la par de su fotografía. “Cuando mi trabajo visual estaba en un extremo de lo conceptual, me vestía más rebelde, edgy y un poco gótico. Con el tiempo, encontré lo que me gusta. Utilizo cosas sutiles con algo gótico, es un balance. Así como me gusta experimentar con mis fotos, lo hago con mis looks”. 

Sobre su ciudad natal, busca promover la cultura local y apoyar a los nuevos talentos que están surgiendo. 

Hoy, con miras a estudiar dirección creativa en Madrid, entra en una nueva etapa con un objetivo claro: generar una estética ecuatoriana propia. “Siempre tomamos mucha inspiración de referentes anglosajones y europeos. Ahora busco revalorizar lo latino: encajar elementos ecuatorianos con estética y con un toque satírico o de comedia para aligerar”. 

Inspirado en el trabajo del cineasta Miguel Alvear, Silva apunta a que sus imágenes lleven su sello personal y provoquen un reconocimiento inmediato de lo ecuatoriano, creando un lenguaje visual propio del país. (I)