La nueva línea de Isabel Pérez trae denim, curvas e historias
La nueva línea de Isabel Pérez trae denim, curvas e historias Gabriel Pérez

¿Cómo se comunican la moda y la arquitectura? Ambas disciplinas dialogan por siglos, compartiendo estructuras, proporciones, materiales e intenciones.  A través de cada una de sus expresiones cuentan historias sobre cómo vivimos y habitamos el mundo. Esa conversación evoluciona hoy con “Blue is the warmest color”, la nueva línea de ropa de Hera Studio.

Con 15 piezas, esta colección es la propuesta más reciente de Isabel Pérez, diseñadora y arquitecta ecuatoriana que fundó la marca en 2019. Reconocida internacionalmente, Pérez rinde homenaje al trabajo de Aino Aalto, arquitecta finlandesa que junto a su pareja transformaron el diseño y la arquitectura.

Isabel Pérez creó Hera en 2019 tras ejercer 4 años como arquitecta.
Isabel Pérez creó Hera Studio en 2019 tras ejercer 4 años como arquitecta. Fotografía: Martina Orska.

Para las primeras décadas del siglo XX, Finlandia y Europa estaban marcados por una etapa de industrialización, así como la utilización de nuevos materiales como el hormigón y el vidrio. Aino, junto a su esposo Alvar fueron pioneros en la rama al traer una visión integral y humanista del espacio moderno con un enfoque social y funcional a sus proyectos; consolidando a la arquitectura como una herramienta de transformación. Esta mujer, específicamente, fue parte esencial del trabajo de su marido, de acuerdo a la Revista de Estudios Interdisciplinarios del Arte, Diseño y la Cultura (UNAM)

 “Alvar Aalto siempre fue un arquitecto que me gustó mucho en la universidad, lo estudié, pero me sorprendió mucho que en las clases nunca me hablaron tanto de la esposa de él, que es Aino Aalto. Ella fue una parte también fundamental en el estudio de arquitectura que tuvieron juntos” explica Pérez.

A pesar de su poco reconocimiento en la historia, existe documentación que resalta la importancia de las obras de esta visionaria. En 2014, se presentó un artículo académico analizándola para un congreso de investigación en Sevilla, España. Aquí se recalcó su interés por lo utilitario, lo funcional, lo práctico, así como por los materiales naturales. 

Aino y Alvar Aalto en el lago Vierwaldstattersee en Suiza (1920s).
Aino y Alvar Aalto en el lago Vierwaldstattersee en Suiza (1920s). Fotografía: Fundación Alvar Aalto 

Aino “destacaba una sensibilidad exquisita por el detalle, los colores, materiales y texturas, creando proyectos funcionales, cálidos y acogedores. Ella estaba alejada en parte de los grandes proyectos y ponía su interés en el diseño para la persona en su dimensión más íntima, enriqueciendo la cotidianidad del individuo por la mejora del entorno próximo”. 

Las obras de esta arquitecta influyeron en Pérez durante los tres meses de proceso creativo y los dos de producción, en conjunto con los rompecabezas geométricos del reconocido artista neerlandés Maurits Cornelis Escher. En esta colección, las curvas que caracterizaron la obra de Aino Aalto toman nueva forma sobre un material distinto: el denim.

“La combinación de la rigidez de la tela denim, que es un poco más pesada, duradera, al combinarla con estas formas más orgánicas crean una dualidad que también es utilitaria” indica Pérez.

La línea presenta una mezcla de tonalidades de azul, resignificando este color comúnmente asociado con lo frío.
La línea presenta una mezcla de tonalidades de azul, redefiniendo este color comúnmente asociado con lo frío. Fotografía: Gabriel Pérez.

A través de chaquetas, abrigos y pantalones, la diseñadora propone un nuevo diálogo entre arquitectura y moda, “explorando el espacio, el movimiento y la repetición a través de la forma”. Para ella, estas dos expresiones están profundamente unidas, ya que ambas exploran el hábitat corporal y humano. La moda, en este sentido, se convierte en la arquitectura del cuerpo.

“Están muy conectadas. Para mí son lo mismo, al final un espacio arquitectónico habita un humano, una prenda en cambio habita el cuerpo humano. Siento que por eso hay muchos arquitectos que también hacen ropa porque es muy fácil tener esa concepción del espacio, de las proporciones, de los vacíos… y aplicarlos a la ropa, es una cuestión de escala”. 

No es la primera ocasión que estas dos ramas dialogan. Desde el siglo XIX, Charles Frederick Worth creaba vestidos inspirados en la ornamentación de edificios neogóticos. Paco Rabanne se inspiró en arquitectos como Le Corbusier para crear prendas vanguardistas, rompiendo con patrones tradicionales de moda. También Gianni Versace, con sus referencias griegas y romanas; o la diseñadora Guo Pei, que reinterpretó la arquitectura gótica desde el bordado y la alta costura. La fusión entre ambas ha permitido experimentos innovadores que capturan y representan el espíritu cultural de su tiempo.

“La arquitectura va más allá de la construcción. Se trata de concebir un espacio en su contexto social, histórico y cultural. Un diseñador de moda con esta perspectiva puede crear piezas que no solo sean visualmente atractivas, sino que también cuenten una historia, respondan a un concepto profundo o reflejen un momento cultural específico. Esto eleva el diseño de moda de una simple prenda a una pieza de arte y expresión” indica la docente ecuatoriana y magíster en Arte y Diseño, Rocío Vivar Zabaleta.

Con esta novena colección, Pérez invita al espectador a expresar su personalidad a través de la ropa, la cromática y lo no convencional. “La ropa va más allá de la ropa. Realmente lo que te pones proyecta lo que tú crees, lo que tú eres, tu personalidad y sí, eso es lo que quiero, que la gente empiece a ver la ropa como una extensión de ellos mismos. Que la ropa tiene peso, tiene espíritu y que cuando algo está hecho con una intención, con amor y con dedicación se siente en la energía de la pieza”. (I)