Si no estás entre los 25 millones de personas que sintonizaron con devoción el estreno de la tercera temporada de El verano en que me enamoré, podría parecer bastante irrelevante cuando la protagonista del programa se presentó ante un desconocido como “Isabel”. Pero para la audiencia fiel de la serie, esta presentación marcó un cambio trascendental.
“Nunca la habíamos oído presentarse de esa manera”, dice Lola Tung, quien interpreta a Isabel “Belly” Conklin en la serie de Prime Video, basada en la trilogía romántica más vendida de Jenny Han. “Está entrando en este nuevo capítulo de su vida, en el que intenta forjar un nuevo camino tras un evento muy importante que acaba de ocurrir. Permitir que estas personas la conozcan de esta manera por primera vez es emocionante, aterrador y, además, un gran paso para ella".
Ese sentimiento podría aplicarse fácilmente a la propia Tung. Durante los últimos cuatro años, la actriz de 22 años ha crecido junto a Belly. Consiguió el papel protagónico de El verano en que me enamoré a los 18 años, cuando estaba en medio de su primer año en Carnegie Mellon. También acababa de graduarse de LaGuardia High School, la escuela de artes escénicas de Nueva York que cuenta entre sus exalumnos a Timothée Chalamet, Jennifer Aniston y Adrien Brody. Mientras Belly navegaba torpemente la última etapa de la adolescencia, Tung hacía lo mismo, moviéndose por ese incómodo espacio entre la niñez y la adultez, al mismo tiempo que lidiaba con las exigencias de ser una estrella de Hollywood en ascenso. Ahora, mientras la serie concluye con su tercera y última temporada, Tung está a punto de presentarse de una manera que la mayoría del mundo aún no ha visto. Se podría decir que es algo realmente importante.
“Hay tanto que aún no he hecho”, dice Tung por Zoom en una fresca y soleada mañana de septiembre, uno de esos efímeros días en Nueva York donde el clima empieza a guiñar ante los primeros indicios del otoño. “Es temprano".
Vestido y joyas, McQueen.
Incluso mientras Tung se prepara para embarcarse en una nueva etapa profesional, su interpretación de Belly la ancla en el centro de un incendio mediático generado por los fans. Los debates en línea pueden sentirse, en ocasiones, ineludibles, especialmente si se considera que la tercera temporada es actualmente la más vista por mujeres de entre 18 y 34 años. Belly se ha convertido en un prisma—junto con sus dos intereses amorosos en pantalla—a través del cual las personas proyectan sus propias ansiedades y convicciones sobre el amor. Mientras que algunos de los fans más vocales han criticado las acciones de Belly esta temporada, Tung aborda a su personaje con un grado de empatía y compasión que rara vez se encuentra en secciones de comentarios acalorados.
Tung y yo charlamos la mañana después de que se estrenó el noveno episodio de la temporada. Es el primer episodio que realmente se aventura en territorio inexplorado, con Han, quien también ejerce como showrunner, ampliando el final del libro original con escenas completamente nuevas. Tras haber soportado un arduo triángulo amoroso entre los hermanos Conrad (Christopher Briney) y Jeremiah (Gavin Casalegno) Fisher, Belly finalmente elige a Jeremiah en la segunda temporada. La tercera temporada avanza cuatro años en la línea temporal, lanzando nuevos obstáculos a la pareja en el proceso. Un escándalo de “infidelidad”, una propuesta de matrimonio, un secreto navideño y un durazno muy jugoso después, y Belly ha abandonado Cousins Beach con un boleto de ida a París. La serie de libros hace alusión al año que Belly pasa en el extranjero, pero el programa se toma libertades para desarrollar lo que ese cambio de escenario significa.
“Puedes simplemente expandir el mundo del personaje”, dice Tung sobre los episodios en París. El primer día de Belly en París no sale como esperaba: descubre que el programa de intercambio al que planeaba asistir ya no tiene espacio para ella y recorre la ciudad de un lado a otro para encontrar una mochila robada. Aún así, al final de la noche, Belly decide quedarse en París. “Es un gran paso para ella estar allí, haber pasado todo el día sola, que le suceda una cosa terrible tras otra y aun así sobreponerse”, añade Tung. “Supongo que después de haber cancelado tu boda, lo único que queda es mejorar".
“PERMITIR que estas personas la CONOZCAN de esta manera por PRIMERA VEZ es emocionante, aterrador y, además, un GRAN PASO para ella".
La mayor parte de la tercera temporada se centró en las inminentes nupcias entre Belly y Jeremiah. Incluso dejando de lado el hecho de que Jeremiah le propone matrimonio a Belly después de que ella descubre que la engañó (o no, dependiendo de a quién le preguntes), la planificación de la boda avanza por un camino lleno de obstáculos. Para complicar aún más las cosas, Conrad confiesa que todavía ama a Belly la noche de su despedida de soltera.
“No sé qué esperaba él que ella hiciera”, dice Tung sobre la difícil situación de Belly. “Estaba devastada. Eso es todo lo que quiso escuchar durante los últimos 21 años de su vida".
Vestido, Thom Browne. Pendientes, Jenny Bird.
Mientras Conrad revela todos sus sentimientos reprimidos de los últimos cuatro años, Belly le da un rechazo definitivo, aunque sus lágrimas traicionen sus palabras. “No importa lo que la gente piense que ella siente ni lo que diga, no es lo que su corazón realmente siente”, reflexiona Tung. “En su mente, tiene que girar aún más el cuchillo para que finalmente puedan liberarse mutuamente y encontrar la paz. Y eso significa lastimarlo de la peor manera. Ella cree que es la única forma de que todo pueda estar bien".
Los fans pueden presenciar las miradas anhelantes de Conrad y su monólogo interior enamorado, pero Belly no puede ver más allá de su historia de idas y vueltas. “Sé que la gente piensa: ‘¡¿Cómo es que ella no lo sabe?!’ No se han visto en cuatro años y las cosas terminaron como terminaron”, explica Tung.
Pero cerrar la puerta a Conrad no necesariamente allanó el camino hacia un futuro con Jeremiah. Después de que Jeremiah se entera de la confesión de Conrad la noche antes de su boda, desaparece durante horas sin dar ninguna explicación. Finalmente, aparece en el vestidor de Belly listo para decir “sí, acepto”, con la condición de que Belly no corresponda los sentimientos de Conrad. Pero una parte de Belly siempre amará a Conrad.
“Esa ha sido la ESPERANZA durante todo ESTO, poder HACER COSAS que sean tan COMPLETAMENTE DIFERENTES”.
“Cuando Jeremiah dice: ‘No quiero una parte de ti, quiero todo de ti’, creo que es un poco injusto esperar todo de alguien”, dice Tung. “Jeremiah y Belly todavía se aman mucho, pero no basta con sentir amor. Se trata de elegirse el uno al otro todos los días y creo que en ese momento necesitaban elegirse a sí mismos".
Incluso en París, el apego de Belly a los recuerdos de su relación con Jeremiah persiste. Cuando un ladrón le roba la mochila en un café, la implacable determinación de Belly por recuperar sus pertenencias se debe en gran parte a la pérdida de su anillo de compromiso (aunque esa pieza de joyería en particular haya generado innumerables memes entre los fans). “No importa si es caro o no, tiene un peso enorme. Perder ese anillo es perder esta relación de cuatro años con alguien a quien todavía ama profundamente, aunque no se estén casando”, dice Tung.
¿Es posible que Belly siempre supiera que en realidad nunca iba a casarse con Jeremiah? Algunos fans parecían pensarlo al notar que la carta escrita por Susannah, la difunta madre de los hermanos Fisher y figura maternal para Belly, quedó sin abrir, aunque Susannah había querido que Belly la leyera la mañana de su boda. Tung no especula, limitándose estrictamente al canon de la serie. “Probablemente sabía que algo estaba mal”, comenta Tung. “Jeremiah desapareció durante toda la mañana de la boda y después de eso no hay manera de actuar como si todo estuviera bien. Su día de boda se supone que debe ser un día feliz. Por eso, simplemente lo pospone".