Una estrella
“Fueron sus ojos”. Eso dijo el director Guillermo del Toro en una entrevista para Radio Times. Cuando se fijó en la mirada de Jacob Elordi supo que había encontrado a su Criatura, el personaje trágico detrás de su versión de Frankenstein. “Cuando los vi dije: ‘este es el monstruo. No hay duda’”.
Del Toro tiene razón. La fuerza de su película —amada y odiada por igual— está en Elordi, en la dimensión humana y dolida que ofrece a la criatura creada por Víctor Frankenstein, capaz de sobrevivir a todos los cambios que el mexicano incluyó en el filme. Es más, Jacob Elordi es lo que hace que esta producción funcione. Hay un atractivo en él que tiene que ver con cómo se ve, pero también con la vulnerabilidad y la agresividad que deja que se cuele en los seres que interpreta.
Y el hecho de que este actor de 28 años, que tuvo su primer papel importante en 2018 haciendo de Noah Flynn en The Kissing Booth, se esté convirtiendo en la estrella más rutilante de Hollywood tiene algo de sentido. No solo están la imagen y la altura –Elordi mide 1,96 cm–, están el talento y el riesgo para seleccionar papeles que cumplen una función: hacer que la gente se olvide de lo que hizo antes.
El Jacob Elordi que llama la atención de medio mundo es alguien que quiere actuar y por eso dejó su natal Australia y viajó a Estados Unidos en 2017, cuando tenía 19 años. The Kissing Booth llegó un año después.
El australiano de origen vasco
Jacob Elordi nació el 26 de junio de 1997, en Brisbane, Australia. Es el último de cuatro hijos –tiene tres hermanas mayores– de Melissa y John Elordi. “Mi abuelo, Joaquín Elordi, es de Ondarroa –Vizcaya– y mi padre creció en Bilbao, en Markina”, declaró en una entrevista para la revista Fotogramas, en la que dejó en claro el origen español, y precisamente vasco, de su familia. Su abuelo fue el primero en salir: “emigró por culpa del régimen fascista, así que se mudó a Australia (…) Estuvo cortando caña de azúcar hasta que ganó lo suficiente para traer a toda su familia”.
Era jugador de rugby en el colegio y también estaba fascinado con la actuación. A los 12 años empezó a participar en producciones pequeñas de obras de teatro y, a los 15 años, cuando leyó Esperando a Godot, de Samuel Beckett, sintió que su vida debía cambiar. Casi a esa misma edad tuvo un accidente deportivo en un partido que terminó por alejarlo del rugby, así que solo quedó la actuación.
Y se la jugó completamente. A pesar del éxito de The Kissing Booth –la película más vista de Netflix en 2018– no la estaba pasando bien lejos de casa, como se lo contó a GQ Australia en 2022: “era una de mis primeras películas y en Los Ángeles el dinero se acaba muy rápido (…) Nunca estuve en la ruina, pero en lo que respecta a Estados Unidos, estaba acabado”.
2019 fue un año bisagra: grabó la segunda y la tercera parte de The Kissing Booth –en una entrevista en noviembre de 2023, para GQ, él fue categórico sobre esta trilogía: “estas películas son ridículas. No son universales, son un escape”– y consiguió una audición para una nueva serie de HBO. Si no conseguía ese rol, no tenía más remedio que volver a Australia. “No tenía ningún sitio donde vivir, así que dormía en mi coche y en los sofás de mis amigos. Mi visa caducaba en dos semanas, así que iba a largarme”, le dijo Elordi a GQ Australia.
Se quedó con el rol de Nate Jabobs y Euphoria sería la serie que lo catapultaría a ese reconocimiento que él estaba buscando.
El actor que quiso arriesgar
Nate Jacobs no era Noah Flynn, era un riesgo. Nate es una de las personas más populares de su colegio y es el mariscal de campo del equipo de fútbol americano. Es un personaje en conflicto con su sexualidad y con tanta ira que todo lo resuelve con una masculinidad tóxica, que se refleja en la relación con las mujeres en la serie, incluyendo exparejas e intereses románticos. Nate Jacobs es detestable y Elordi lo interpreta con maestría, sobre todo porque se permite momentos en los que se puede entender por qué es así y hace lo que hace. Pero él está mal de la cabeza y lo sabemos.
“Creo que es un joven muy traumatizado. Está muy confundido y da salida a sus conflictos a través de la ira porque no sabe afrontarlos de ninguna otra forma. La verdad es que es como si llevara todo el peso del mundo atado a sus espaldas”, contó Elordi a GQ en 2022.
Euphoria es una serie que se emitió por primera vez en 2019. Su segunda temporada salió en 2022 y en 2026 deberá salir la tercera.
Con este personaje, la explosión fue inevitable. Elordi fue rostro de campañas de Hugo Boss y embajador de los relojes TAG Heuer. Se convirtió en portada de numerosas revistas, figura de tabloides y de decenas de publicaciones en redes sociales. Además, generaba una atracción que no ha disminuido. Si bien entre las primeras dos temporadas de Euphoria participó en varios proyectos, no fue sino hasta 2023 que sus papeles empezaron a mostrar lo que él realmente quiere hacer.
En He went that way interpretó a un asesino serial. Hizo de un Elvis Presley magnético y dominante, desesperadamente humano, en Priscilla, de Sofia Coppola. También, fue objeto de deseo y obsesión de un completamente perturbado Barry Keoghan en Saltburn, de Emerald Fennell. Elordi había llegado a un punto importante de su carrera, incluso poniendo en entredicho su rol como figura ansiada por muchos y muchas.
Con Frankenstein, Elordi dio un paso más allá. Se aguantó 10 horas de maquillaje para interpretar a la Criatura y dejó que todo ese padecimiento se reflejara en su actuación. Es magnífico en el rol y casi se acerca al nivel de sofisticación del personaje tal como lo escribió Mary Shelley.
Para 2026 será el protagonista de The Dog Stars, de Ridley Scott, una película de ciencia ficción en la que compartirá pantalla con Margaret Qualley y Josh Brolin. Pero, hay algo más que mucha gente espera de Elordi para el próximo año porque vendrá su interpretación de Heathcliff en la versión de Emerald Fennell de Cumbres Borrascosas y –por lo que se ha podido ver en los tráilers e intuir en los afiches– esta vez tendrá un tinte erótico que habrá que ver cómo funciona con la historia original de Emily Brontë. (I)