Skincare vegano

La industria de la belleza está viviendo una transformación profunda. Adaptándose al ritmo de vida actual, las marcas de dermocosmética han apostado por fórmulas más limpias, éticas y alineadas con los valores de un consumidor cada vez más informado. El resultado: un auge imparable de productos veganos para el cuidado de la piel.

Desde lanzamientos innovadores hasta adquisiciones estratégicas, las firmas de skincare están ampliando su portafolio con líneas veganas que van mucho más allá de un simple empaque atractivo. Lo importante está en la fórmula.

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“Un producto vegano contiene al menos un 90 % de ingredientes de origen no animal”, explica Marita Matos, especialista en estética y cosmetología clínica y fundadora de Novapele. “No llegan al 100 % porque necesitan conservantes que garanticen su estabilidad, pero incluso esos son más naturales”. 

Marita Matos productos cosméticos veganos Skincare
Marita Matos. Fotografía: Armando Prado

Estas fórmulas recurren a extractos botánicos como: flores, frutas y hierbas. Es el caso de la firma española Germaine de Capuccini, que adquirió AINHOA, una marca también española con ADN vegano, respondiendo así a la demanda de una belleza más coherente con el estilo de vida de sus consumidores. 

Más allá de la etiqueta

Un punto clave es entender que cruelty-free no significa vegano y tampoco un envase sostenible garantiza que el contenido lo sea. “Hay que leer los ingredientes y no dejarse llevar solo por el precio. Una fórmula rica en activos funcionales será más costosa, sea vegana o no”, señala Matos. De hecho, muchas veces los productos más económicos contienen derivados del petróleo, indicados como “all mineral”, que pueden dejar una sensación grasosa en la piel. 

Biotecnología al servicio de la piel

La innovación también juega su parte. Hoy, la biotecnología permite sustituir ingredientes de origen animal por alternativas más limpias y eficaces. Marcas como AINHOA y Bruno Vassari incorporan esta tecnología en sus líneas veganas, manteniendo precios competitivos dentro del segmento profesional: dos productos de AINHOA cuestan alrededor de US$ 82 (crema multivit y protector solar) y de Bruno Vassari están en US$ 84 (crema hidratante y protector solar). 

Ambas líneas apuestan por activos naturales de alto rendimiento. La primera, por ejemplo, utiliza aceite de maracuyá, altamente compatible con la barrera lipídica de la piel; mientras que –el segundo– incorpora extracto de granada, conocido por su poder antioxidante.

¿Son igual de efectivos?

Según Matos, la respuesta es sí. Los productos veganos pueden ser igual de eficaces que los tradicionales e incluso son recomendables para pieles atópicas, aquellas más sensibles, propensas a la irritación o a la dermatitis.

“No hay edad para los productos, sino necesidades. Y no hay un mejor producto, sino una buena formulación” afirma la experta, quien durante sus 25 años de experiencia ha probado distintos productos, técnicas y tratamientos. 

Por eso, recomienda adaptar la rutina al momento que atraviesa la piel. ¿Necesita hidratación? ¿Corrección? ¿Prevención? La clave está en escucharla y entender que esto es dinámico. Surtirnos de productos para todo el año no es la mejor decisión ya que en ciertos meses vamos a necesitar más de algún componente que de otro. El entorno, la alimentación, el estrés, el tema hormonal… influyen también en las necesidades puntuales de este órgano.  

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El verdadero secreto detrás de una piel saludable es la constancia (y siempre lo ha sido). “Ningún tratamiento en cabina (procedimientos que se realizan en el consultorio) hace milagros si en casa no hay disciplina”, advierte. Alternar productos según la necesidad del momento no es solo una tendencia, sino una decisión inteligente.

Puedes combinar dentro de una misma línea vegana o incluso alternar principios activos: vitamina C por la mañana y retinol por la noche. Así evitamos saturar la piel y respondemos mejor a sus cambios. (I)