¿Por qué los trabajadores de la generación Z y los millennials están obsesionados con las “habilidades blandas” en el espacio de trabajo?

Ante los rápidos avances de la IA generativa, los trabajadores más jóvenes sienten que habilidades como la empatía, la comunicación y el liderazgo son las herramientas más importantes para alcanzar el éxito.

Por Ariana Marsh

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En el cambiante mundo laboral actual, dominado por los avances en inteligencia artificial generativa, entre los trabajadores jóvenes ha surgido un consenso: las habilidades blandas—como la empatía, la comunicación y el liderazgo—son más importantes para progresar en la carrera que la experiencia técnica pura. La encuesta de 2025 de Deloitte a la Generación Z y a los millennials, que recoge la opinión de más de 23.000 trabajadores de todo el mundo, revela que más de ocho de cada diez jóvenes profesionales creen que estas cualidades humanas son esenciales para destacar y prosperar, mientras que solo seis de cada diez consideran que las habilidades en IA generativa son algo o muy necesarias. ¿Qué hay detrás de estas cifras?

El elemento humano en un mundo impulsado por la IA

Como señala Elizabeth Faber, directora global de personas y propósito en Deloitte: “En la era de la GenAI, es el elemento humano lo que distingue a los profesionales. (…) Las habilidades blandas son el puente entre el ser humano y la máquina, ayudando a las personas a navegar problemas complejos, colaborar en equipos diversos y liderar con autenticidad en entornos cada vez más dinámicos”.

Esta perspectiva resuena profundamente con Sonali Karmarkar, directora de contenido y comunidad de YouTube Shopping, de 31 años. Karmarkar enfatiza que “las habilidades blandas son inimitables; son muy difíciles de enseñar y, sin embargo, cruciales en el mundo profesional”. Para ella, estas habilidades “permiten conectar con compañeros, socios comerciales y subordinados directos”, moldeando cómo las personas influyen y elevan proyectos más allá del conocimiento técnico.

La coach de carrera Eliana Goldstein coincide, señalando que, aunque la IA está “infiltrando muchos lugares de trabajo” y generando preocupación, “hay personas que tienen miedo e incertidumbre sobre si serán reemplazadas por la IA. Y si es así, ¿cuándo ocurrirá? ¿Qué hago al respecto?”. Sin embargo, Goldstein destaca la importancia de reformular este miedo como oportunidad: “Una vez que plantas esa semilla, la gente realmente empieza a sentir la emoción de que esta es una gran oportunidad ahora mismo. ¿Cómo la aprovecho?”.

La IA como herramienta, no como reemplazo

Según la encuesta de Deloitte, más de la mitad de los trabajadores de la Generación Z y millennials ya están integrando la IA generativa en sus tareas diarias, desde la lluvia de ideas y la creación de contenido hasta el análisis de datos y la gestión de proyectos. Sin embargo, muchos reconocen a la IA como complemento, no sustituto, de las habilidades blandas.

Valerie Chapman, creadora de 26 años especializada en IA y tecnología, destaca cómo la IA ha transformado su trabajo: “La IA me ha permitido ampliar mi alcance, establecerme claramente como experta en mi campo y amplificar mi voz de formas antes inimaginables”. Sin embargo, recalca que “la IA complementa las habilidades blandas de manera hermosa, permitiéndonos amplificar nuestras voces y compartir nuestras historias con más eficacia”. Para Chapman, la intersección entre IA y habilidades blandas es prometedora, especialmente para grupos históricamente desatendidos como las mujeres, ayudándolas a ganar confianza y a defenderse a sí mismas.

Goldstein añade que, aunque muchos creen que la IA es intuitiva, “la gente todavía la está subutilizando”. Explica que no se trata necesariamente de formación táctica, “sino de repensar cómo se está utilizando”. Cita usos comunes como mejorar la redacción de correos electrónicos o ayudar en presentaciones de ventas, subrayando la amplia aplicabilidad de la IA en distintas industrias.

Al mismo tiempo, Briana Henry, ingeniera técnica senior de 34 años en Namaste Solar Electric, aporta una nota de precaución. Admite: “Constantemente olvido que la IA existe” en su trabajo altamente técnico y crítico en seguridad, donde la dependencia de la IA está limitada por temas de responsabilidad y confianza. Henry teme que el exceso de dependencia de la IA pueda limitar la resolución creativa de problemas y debilitar las habilidades duras esenciales, subrayando que “las personas necesitan tener el conocimiento y la capacidad de al menos revisar los resultados de la IA para comprobar su corrección”.

Las habilidades blandas como diferenciador profesional

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La idea de que las habilidades blandas son cada vez más vitales también se refleja en la visión de los jóvenes trabajadores sobre el avance profesional. Karmarkar explica: “Especialmente cuando uno llega a un nivel más senior, lo intangible es lo que distingue a las personas, ya que la habilidad técnica se convierte en la base”. Considera que las habilidades blandas son fundamentales para motivar equipos, orientar a individuos y adaptarse de formas que la tecnología no puede replicar.

Goldstein refuerza esta visión, señalando que, si bien las habilidades técnicas son “increíblemente importantes”, cualquiera puede aprenderlas a través de cursos o entrenamientos. En cambio, “es mucho más difícil aprender habilidades blandas. O la comunicación te sale natural o es muy difícil, ya sea porque te pones nervioso al hablar frente a la gente u otras razones”. Recalca el papel insustituible de las habilidades blandas junto a la IA: “El ser humano es quien se comunica con otros equipos y aprovecha sus habilidades blandas para diseminar la IA en una organización o equipo”.

Henry lo ha visto de primera mano en su experiencia de liderazgo: “He ocupado puestos de liderazgo en los que tomaba decisiones de contratación o de medidas disciplinarias en el pasado, y he visto una y otra vez que las personas con las habilidades blandas necesarias para el puesto han destacado, y la razón por la que otros han necesitado medidas disciplinarias es la falta de esas habilidades blandas”.

Chapman añade que, en un panorama saturado de contenido generado por IA, “la conexión humana genuina y la inteligencia emocional se vuelven increíblemente raras y valiosas”. Para ella, las habilidades blandas de la narración, la empatía y la comunicación son “el corazón de cómo nos conectamos con la tecnología”, especialmente para las mujeres que navegan los retos laborales.

Desarrollar habilidades blandas en un mundo dominado por la tecnología

Aunque muchas empresas ofrecen formación técnica, el desarrollo de habilidades blandas a menudo sigue siendo opcional o poco valorado. “Las capacitaciones en habilidades blandas suelen verse como un ‘bonito complemento’ y no como algo obligatorio, donde los empleados no tienen incentivos para dedicar tiempo a cultivarlas”, dice Karmarkar. Aboga por módulos obligatorios de habilidades blandas que complementen la formación técnica, asegurando que los trabajadores estén plenamente preparados para colaborar y liderar.

Goldstein confirma que el apoyo de los empleadores a las habilidades blandas varía mucho: “Depende del liderazgo. Si al liderazgo le importan esas cosas, lo verás reflejado en el resto de la organización. Si no, no lo verás”. Enfatiza que invertir en habilidades blandas solo fortalecerá los lugares de trabajo. “Invertir en habilidades blandas no solo ayudará a que las empresas tengan más éxito, también ayudará en la retención de empleados”.

Henry atribuye a la cultura cooperativa de su empresa el haber fomentado sus habilidades blandas, gracias a oportunidades de liderazgo y trabajo en equipo. “Ser copropietaria me ha ayudado a desarrollar mis habilidades de trabajo en equipo, comunicación, resolución de problemas, liderazgo y muchas otras áreas de las habilidades blandas”, comenta. Aunque reconoce que muchas empresas aún carecen del apoyo suficiente para este desarrollo.

Chapman, quien ha construido su marca personal públicamente, enfatiza el crecimiento autodirigido. “He desarrollado mis habilidades blandas compartiendo abiertamente mi trayectoria en redes sociales”, explica. “Esta práctica aumentó naturalmente mi confianza, perfeccionando mis habilidades de comunicación, y amplié significativamente mi red de contactos”. Advierte que, sin una integración consciente de la IA, los empleados podrían sentir ansiedad o miedo en lugar de empoderamiento, lo que evidencia una brecha crítica en la capacitación laboral.

El futuro está impulsado por lo humano

El mensaje de los trabajadores de la Generación Z y los millennials es claro: mientras la IA remodela el panorama técnico, las cualidades que nos hacen humanos—nuestra empatía, liderazgo y comunicación—son la verdadera moneda de progreso profesional. Estas habilidades no solo ayudan a las personas a usar la tecnología de manera más eficaz, también construyen conexiones auténticas que las máquinas no pueden replicar.

Karmarkar lo resume con claridad: “Las habilidades blandas son lo que diferenciará a los candidatos en su capacidad de usar la tecnología para desbloquear nuevas soluciones, sintetizar eficazmente la información para alinearla a una visión a largo plazo y comunicarla de manera convincente a las audiencias deseadas”.

En definitiva, dominar la IA es importante, pero el toque humano sigue siendo el factor decisivo en el éxito profesional.

Este artículo salió originalmente en Harper's BAZAAR Estados Unidos.