
Una sonrisa perfecta es de los elementos más sobresalientes de nuestro rostro, por ello, es imprescindible procurar un hábito de higiene que no solo contribuye a la belleza total de la cara, sino a la salud integral: cambiar regularmente el cepillo de dientes. Los odontólogos coinciden en que esta herramienta debe reemplazarse cada tres meses, o antes si las cerdas están visiblemente desgastadas. Usar uno viejo no solo reduce la eficacia en la limpieza, sino que puede albergar bacterias que afectan la salud de las encías y los dientes.
Además del tiempo, es crucial saber cómo elegir el ideal. En primer lugar, opta por cerdas suaves o medianas. Aunque las cerdas duras pueden parecer más eficaces, en realidad pueden dañar el esmalte dental y las encías sensibles. Las suaves, por el contrario, son lo suficientemente eficaces para eliminar la placa sin causar irritación.
El tamaño del cabezal también importa. Uno compacto permite llegar mejor a zonas difíciles, como los molares traseros. Es recomendable para personas con bocas pequeñas o movilidad limitada. En cuanto al mango, busca un diseño ergonómico que te ofrezca buen control y comodidad durante el cepillado.
Los cepillos dentales eléctricos han ganado popularidad y con razón: según estudios, su movimiento oscilante puede mejorar la eliminación de placa en comparación con los manuales. Son ideales para personas con aparatos dentales, limitaciones motoras o simplemente quienes buscan una limpieza más profunda sin esfuerzo adicional. Aun así, la clave está en la técnica y la constancia, más allá del tipo.
Para quienes buscan un enfoque más sostenible, existen opciones de bambú con cerdas biodegradables. Son una opción ecológica, siempre y cuando se cambien con la misma regularidad y se mantengan en un lugar seco para evitar la proliferación de bacterias.
Recuerda: después de un resfriado, gripe o infección bucal, es recomendable cambiar el cepillo de inmediato, incluso si no ha llegado al tiempo de reemplazo. Las bacterias pueden quedarse en las cerdas y causar una reinfección.
Invertir en la herramienta de cepillado dental adecuada y reemplazarla a tiempo es una decisión simple que tiene un gran impacto en tu bienestar general. Una sonrisa sana comienza con un buen cepillo y una rutina constante de cuidado bucal.
Este artículo salió originalmente en Harper’s BAZAAR México.