
Pocos accesorios tienen el poder de unir practicidad, sofisticación y personalidad como el pañuelo. Presente en diferentes culturas a lo largo de la historia, atraviesa generaciones y resurge cada temporada con nuevas interpretaciones, desde la pasarela hasta la vida real.
Una pieza con historia
El pañuelo existe desde la antigüedad. En Egipto era usado como símbolo de estatus. Ya en la Antigua Roma surgía como un objeto funcional para secar el sudor. Con el tiempo se convirtió en un accesorio de lujo, como los icónicos carrés de Hermès, que desde los años 30 transforman la seda en arte.
En los años 50, celebridades como Audrey Hepburn y Grace Kelly eternizaron el uso del pañuelo atado a la cabeza o al cuello. En los 2000, regresó como cinta para el pelo o top, y hoy se rescata con fuerza en la estética retro, en el quiet luxury o en looks modernos y urbanos.
¿Por qué invertir en un pañuelo?
Versatilidad: Puede usarse en el cabello, cuello, bolso, muñeca, como cinturón, top o incluso como detalle en zapatos.
Estilo instantáneo: Transforma un outfit básico en algo llamativo.
Identidad: Permite jugar con colores, estampados y formas de atar, creando combinaciones únicas.
Funcionalidad: Protege del frío, del sol o del viento, además de ser fácil de llevar en el bolso.
¿Cómo usarlo?
En el cuello: Átalo corto como un "foulard" francés, o más largo y suelto para un toque bohemio.
En el cabello: Úsalo como diadema, lazo en un moño, coleta o trenza.
En el bolso: Un nudo simple en el asa le da un toque de encanto inmediato.
Como top: Ideal para días cálidos o para atuendos de fiesta más atrevidos.
En la muñeca o el tobillo: Un detalle inesperado que revela estilo.
Pañuelo como chal
La fashionista Claudyia, referencia absoluta cuando el tema es estilismo con pañuelos, mostró una forma que nos encantó: la prenda usada como chal sobre un conjunto de sastrería. ¡Chic sin esfuerzo! Este truco es perfecto para dar ese encanto extra en días más frescos, sustituyendo una chaqueta ligera con mucha más personalidad. Drapeado sobre los hombros, la pieza crea movimiento y además hace que la producción parezca de editorial. En tejidos como la seda, el lino o incluso un poderoso cachemire, funciona muy bien tanto en fiestas como en el día a día, especialmente cuando el aire acondicionado decide exagerar. ¿Lo mejor? Es ese detalle que lo transforma todo sin necesidad de pensar demasiado.
Pañuelo estilo marinero
¡Con un aire retro irresistible, el pañuelo atado al estilo marinero es un clásico que ha vuelto con todo y nos encanta! ¿Conoces ese nudo corto justo en la parte delantera del cuello, con las puntas caídas? Remite a los looks náuticos de los años 50 y aporta instantáneamente un toque parisino y encantador al atuendo. Puedes usarlo con camisetas a rayas, camisetas de tirantes minimalistas o incluso sobre vestidos para un toque creativo. Es un detalle sutil, pero tiene el poder de añadir mucho estilo y personalidad.
Pañuelos pequeños
Los pañuelos pequeños con un nudo son ese truco de estilo simple, pero lleno de encanto; el tipo de elemento que marca la diferencia. Atado justo en el cuello con un nudo lateral o central, aporta una vibra delicada y femenina, afrancesada y cool a la vez. Esta versión más pequeña también funciona bien atada a la muñeca, en el bolso o incluso en el cabello, como un lazo en una coleta. Es versátil, fácil de usar e imprime identidad.
El pañuelo sobre la gorra
El pañuelo sobre el sombrero o la gorra es ese toque inesperado que transforma un accesorio casual en algo súper estiloso y auténtico. Atado alrededor de la copa del sombrero o cubriendo parcialmente la gorra, crea un estilo bohemio, retro o incluso glam, dependiendo del estampado y la tela elegida. Es una forma creativa de proteger el cabello del sol, realzar el outfit y, además, asegurar fotos preciosas en los viajes o en el día a día.
Pañuelo como choker
Usar el pañuelo como choker, bien ajustado y enrollado en el cuello, es una forma estilosa de añadir un toque fashion al atuendo, con un aire de actitud y sofisticación. Este tipo de amarre funciona especialmente bien con pañuelos de seda o satén, más finos y maleables, y se puede usar tanto con camisetas básicas como con escotes más pronunciados para un contraste interesante. Es esa particularidad leve, pero llena de presencia, que marca la diferencia en la composición.
Pañuelo en la cabeza
Usar el pañuelo en la cabeza es una de las maneras más icónicas y versátiles de apostar por este accesorio; y lo mejor: va de lo casual a lo sofisticado en segundos. Puede atarse como diadema, cubriendo toda la parte superior de la cabeza, o con un nudo en la nuca, al estilo retro de las divas de los años 60. Además de estiloso, es muy funcional: protege el cabello del sol, disimula un mal día de cabello y, además, garantiza un toque estético sin esfuerzo.
Este artículo salió originalmente en Harper’s BAZAAR Brasil.