Esta semana de la moda se realizó del 15 al 18 de octubre, en los Estudios Maravilla de Ciudad de México. Cada diseñador propuso un discurso propio, pero todos coincidieron en un mismo punto: la transformación como acto creativo y humano, un reflejo de los cambios que enfrentamos en el contexto político y social en Latinoamérica.
En esta narrativa, estas propuestas fueron las destacadas:
Chingona x Bernarda
La diseñadora Paola Hinojos mostró en la pasarela poder femenino, historia y transformación, a través de prendas que se convierten en armaduras fabricadas en denim, algodones y en diversos tonos de azul.





1/8 Takamura
Con su colección Carnaval, esta marca celebra el renacimiento desde el gozo y rinde homenaje a las almas y sus transformaciones. A través de materiales como mezclilla, cueros y algodón, la propuesta construyó metáforas de fuerza, refugio y resistencia, evocando una narrativa casi mitológica que conecta pasado, presente y futuro.





Vardo
En sintonía espiritual, esta marca presentó una propuesta inspirada en la filosofía budista del bardo, donde el duelo se concibe como tránsito y transformación. Sus siluetas estructuradas y acabados artesanales narran el proceso de desintegración y renacimiento del ser.





Rebeka Jaspeado
Esta diseñadora poblana debutó en la pasarela y aportó frescura y sensibilidad, con una estética que mezcla lo femenino y lo irreverente, demostrando el poder de la moda como experiencia sensorial y emocional.





Alfredo Martínez
En contraste, este creativo, uno de los favoritos, exploró la tensión de los conflictos contemporáneos inspirándose en la película Possession (1981), trasladando el conflicto interno y la vulnerabilidad a piezas que equilibran control, deseo y fractura.





René Orozco
El destacado concluyó su trilogía cromática con una colección teñida con pigmentos naturales. Se destacaron un tono del afamado rosa mexicano junto a tonalidades verdes, símbolo de identidad y sutileza.





Blackmamba
La firma argentina aportó un toque de surrealismo con siluetas clásicas reinterpretadas desde una mirada contemporánea, logrando piezas de belleza atemporal.





Una semana donde la moda mexicana y latinoamericana reafirmó su fuerza narrativa, emocional y estética, consolidando su lugar en la conversación global del diseño. (I)