Silvia Draz
Silvia Draz

“Había llegado a un punto en el que mi mundo profesional era tan demandante que casi había perdido de vista lo que realmente era importante para mí”, recuerda Lucy Coutts, rememorando el momento en que se dio cuenta de que su carrera estaba dictando sus decisiones, en lugar de ser al revés. Especialista en innovación de IA, Coutts se preocupaba por su trabajo —y era buena en él—, pero también sabía, en el fondo, que necesitaba cambiar su perspectiva si quería recuperar el control de su futuro. “Había trabajado con muchos emprendedores y siempre me impresionó cómo daban ese salto de fe; así que cuando terminé un contrato y llegó el momento de decidir qué hacer después, entendí que esa era mi oportunidad para explorar algo nuevo”, dice Coutts.

Abundan las historias de ejecutivos agotados que renuncian y crean sus propios negocios, pero en el caso de Coutts, no tenía intención de alejarse de su industria para siempre. “Sabía que quería volver a una carrera corporativa tradicional en algún momento, pero lo que decidí hacer mientras tanto fue pausar y descubrir qué me daba alegría; qué me interesaba y apasionaba de verdad”, explica. Eso resultó ser Jóia, el negocio de joyería vintage que pasó ocho meses construyendo con sus ahorros, llevándolo desde la idea inicial hasta un punto de estabilidad financiera

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El proceso, asegura, fue inmensamente satisfactorio: le permitió descubrir un lado distinto de sí misma y le dio la confianza de que, si alguna vez necesitaba bajarse nuevamente de la cinta profesional, tendría otras habilidades en las cuales apoyarse. “Ahora que lo hice, creo que todos deberían replantearse la forma en que ven sus carreras”, afirma. “Creo que estamos entrando en una era en la que nuestros caminos ya no tienen que ser lineales”.

Coutts es parte de un número cada vez mayor de personas que están tomando una pausa intencional en sus carreras y viendo esa decisión como una experiencia de aprendizaje positiva, en lugar de un vacío en sus currículums. Tradicionalmente, las únicas situaciones en las que alguien podría hacer este tipo de “pausa” profesional deliberada eran a través de un año sabático —todavía un beneficio muy solicitado en muchas empresas, pero generalmente limitado a un periodo corto y con el regreso asegurado como parte de las condiciones— o la licencia parental.

Este modelo más reciente, al que HSBC ha dado el nombre de “minijubilación” en su recién publicado informe sobre el tema, consiste en que la persona renuncia por completo a su empleo, pero con la intención de volver al mundo laboral después de cumplir ciertos objetivos personales. Estos pueden ir desde el deseo de viajar o aprender un nuevo idioma hasta la necesidad de pasar más tiempo con sus seres queridos.

“Creo que estamos entrando en una era en la que nuestros caminos no tienen por qué ser lineales.”

Para la Dra. Cora Pettipas, planificadora financiera y especialista en jubilación en HSBC, esta práctica refleja un cambio generacional profundo en la forma en que pensamos sobre el trabajo. “Si intentaras seguir la fórmula del éxito de tus padres o abuelos, hoy no funcionaría: nuestras carreras han cambiado porque el mundo ha cambiado”, afirma. “Creo que el estigma alrededor de tener una pausa en tu trayectoria profesional está desapareciendo, así que la gente se siente menos culpable ante la idea de tomarse un descanso”, dice Pettipas.

Ella ha notado que la tendencia se ha fortalecido especialmente desde 2020, algo nada casual si se considera el impacto disruptivo de la pandemia en nuestras vidas. “Fue una época terrible, pero cambió mucho la manera en que la gente piensa en sus prioridades. Transformó profundamente cómo muchos de nosotros valoramos a la familia y la comunidad", cuenta-

Esto es especialmente evidente entre su clientela de alto patrimonio, para quienes el tiempo es un recurso sumamente valioso.

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Alex Rumford

¿Puede tu carrera beneficiarse de la estrategia del “multiretiro”?

Cada vez más profesionales están reescribiendo las reglas del éxito al incorporar pausas intencionales a lo largo de su vida laboral. Ya no se trata de un camino ascendente y lineal, sino de crear espacios para replantear prioridades, explorar nuevas perspectivas y volver con mayor claridad.

Para Cora Pettipas, este enfoque refleja un cambio generacional inevitable: “Nuestra trayectoria ya no tiene por qué seguir el modelo de nuestros padres; el mundo cambió y nuestras carreras también”. Desde 2020, la noción de un “descanso” ha dejado de ser un tabú. La vida personal, el tiempo y el bienestar ahora pesan más.

Pero planificar varios retiros no implica simplemente desconectarse. Requiere previsión económica, ahorro estratégico y un plan de retorno consciente. Aun así, quienes lo han vivido coinciden: el impacto positivo es profundo. El 87% asegura que estos paréntesis enriquecieron su calidad de vida.

Tim e Imogen —una pareja que dejó sus trabajos para recorrer 10 países durante seis meses— lo describen como transformador. Volvieron no solo más unidos, sino también con una mirada renovada sobre su propio camino profesional. “Nos permitió regresar listos para retomar todo con otra mentalidad”, dicen.

El multiretiro quizá no sea accesible para todos, pero para quienes pueden hacerlo funcionar, se convierte en una inversión invaluable: tiempo para vivir, aprender y reimaginar el futuro. (I)

Este artículo fue originalmente publicado en Harper's BAZAAR Estados Unidos.